El joven cantante, miembro de la familia del bailarín Joaquín Cortés, firmará hoy en la FNAC su primer disco, “A media voz”
Es muy joven pero, a sus 22 años, Antón Cortés sabe lo que quiere… y lo que no. Sin cortarse “ni un pelo”, el cantante no tiene inconveniente en conversar sobre cualquier tema que va surgiendo durante una entrevista donde salió más que airoso de difíciles cuestiones con las que supo lidiar como si de un buen torero se tratase. Cuenta con el apoyo de los suyos y viene dispuesto a darlo todo por hacerse un hueco en un mundo, el de la música, con el que ha soñado casi desde que tiene uso de razón.
-Creo que, hasta cuando pensabas dejarlo, tu gente siempre ha estado ahí, ¿verdad?
-Cierto. Sobre todo mi padre, que me ha dado aliento y fortaleza cuando no podía más y se me cerraban muchas puertas. Me ha levantado y me ha dicho: “Sigue y lucha”. Ten en cuenta que, aunque sea joven, llevo luchando desde los catorce años por conseguir mis metas.
-¿Qué piensas que aportas a la música?
-Algo nuevo. Pero no al flamenco sino en general. Tengo un estilo muy personal de expresarme. Me inspiran desde Michael Jackson (que ha sido un ídolo para mí desde pequeño) a Camarón, Bruno Mars, Alejandro Sanz o Marc Anthony. De ahí he sacado una personalidad propia. Yo canto tal y como quiero cantar y a día de hoy me siento muy seguro de mí mismo.
-Hay un momento en el que los gitanos, por “Gipsy Kings”, estáis muy de moda… ¿Cuál es tu opinión del programa?
-Es un “reality show” y, como tal, quiere causar gracia y humor pero no quiere representar a mi pueblo (si fuera así lo mismo sí me ofendería). Solo quiere causar gracia y a mí, como a mucha gente, me la hace.
-¿Pero te sientes representado ahí?
-Es que no porque en “La que se avecina” salga un personaje humorístico es un espejo de la sociedad española. No, no me siento reflejado para nada.
-¿Has sufrido alguna vez discriminación por ser gitano?
-Sí pero, cuando me ha pasado, les he contestado y se han convertido en mis mejores amigos. El racismo viene por la desinformación.
-¿Crees, a nivel de pareja por ejemplo, que la mujer debe ser virgen antes de llegar al matrimonio?
-¡Guau! ¡Vaya pregunta! (…) Soy gitano. En algunas cosas soy más abierto de mente y en otras más fiel a mi cultura. En la prueba del pañuelo, por decirte algo, a la mujer no se le obliga a nada. Es ella la que se ofrece. Son cuestiones culturales, como en otras razas. Para mí el que una chica sea virgen no significa que sea el amor de mi vida. Me enamoro de una persona, no de un estado.
-¿Tienes pareja?
-No. Es difícil compaginar mi profesión con una relación. Pido alguien que me apoye en mis sueños. Que sea cariñosa, sincera…
-¿Qué hay más allá de la música?
-Pues me gusta el cine, el gimnasio, mis amigos… Tampoco soy demasiado excéntrico…
-¿Dónde te gustaría verte de aquí a unos años?
-En un panorama donde sea reconocido. Pero no por fama o dinero. Todo el que se meta en esto por eso está equivocado. Que me conozca desde la gente de diez años a la de cincuenta.
-Lo mismo podrías dedicarte a la política…
-Es muy difícil pero, si lo fuera, me dedicaría a ayudar a los más desfavorecidos. Ésta es una época muy mala.
-¿Y las drogas? ¿Qué?
-Son la perdición de cualquiera. Soy “supersano”, de ir al gimnasio y de beber agua. Me han ofrecido pero prefiero que no e intento apartar a quien se quiere meter en ellas porque he tenido experiencia de personas que han caído por ese tema.
