Recién salido a la venta, “Ecommerce, cómo montar una tienda online… ¡y que venda!”, se ha convertido en el libro más vendido de Amazon en la categoría de Ciencias Informáticas. Su temática, de plena actualidad, ha hecho que todas las miradas se posen sobre él…

La idea nació, y se forjó, en pleno confinamiento cuando, por las circunstancias vividas, Rubén Bastón, Valentín Hernández y nuestro entrevistado, Antonio Fagundo -director general de Masaltos.com-, se pusieron de acuerdo para montar una especie de consultorio en el que, basándose en su experiencia como empresarios con una importante vertiente online de sus negocios, resolver las dudas que much@s le hicieron llegar en relación a este sector. A partir de ahí decidieron escribir un libro -que se ha terminado titulando “Ecommerce, cómo montar una tienda online… ¡y que venda!”-, con el que, sin tecnicismos ni terminologías complejas, cualquiera puede montar su propia página web. Una temática de plena actualidad que ha arrancado con un absoluto éxito de crítica y ventas y que tiene intención de crecer con nuevas entregas dentro de esta misma temática.

-¿Es posible hacer accesible la compleja terminología de todo lo que supone marketing y negocios online a, por ejemplo, esas tiendas de barrio a las que, entre otras, queréis dirigiros con vuestro libro?

-Cuando planteamos los contenidos partimos de que somos expertos que navegamos en aguas donde la gente no es capaz de navegar. Es algo que pensábamos tenía que leer mi madre, mi abuela o mi hermana y, en función de eso, cada contenido lo íbamos autorevisando para que no fuera tan técnico. Yo creo que “si tu tía Paqui” no es capaz de hacer esto, nos estaríamos equivocando. Claro que “Facebook” se llama “Facebook” -y otros términos así- pero hemos explicado todo de forma muy sencilla para que pueda entenderse.

-¿La tienda física está condenada a desaparecer?

-Nunca jamás. Siempre existirá. De hecho, desaparecerán algunas empresas que solo dependan de una página web. El negocio físico siempre tendrá un componente de barrio, de consumo local y, si vemos firmas grandes de Internet, cuando experimentan un crecimiento importante es cuando empiezan a abrir tiendas. En realidad, lo interesante es tener las dos cosas y, en concreto la web, no solo para vender, sino como forma también de contacto.

-Pero, ¿todos los negocios, por pequeños que sean, necesitan venta online?

-Claro. Además, soy especialista en nicho de iniciativas “raras” como “Xtraice”, sevillanos que facturan cinco millones de euros al año con pistas de hielo de plástico. O Castañuelas del Sur, que vende medio millón de euros en castañuelas… Se trata de darle al coco, porque todo no son los bolsos o la ropa.

-Hemos asistido a una explosión de ofertas de todo tipo por Internet… ¿El mercado da para tanto?

-Es que no nos queda otra. Lamentablemente el confinamiento nos ha obligado porque, de la noche a la mañana, nos obligaron a echar la persiana y muchos empresarios de este país no tenían página web. Parece mentira pero, Primark por ejemplo, tiene web pero no vende online y, al final, todo el mundo ha tenido que ponerse rápido las pilas… Hombre, saturación existe porque no todos pueden llegar a doce millones de euros en gafas pero oportunidad, hay. Quizás una de las claves está en ir cerrando nicho y eliminar competencia…

“A mí me han llegado a pedir 3.000 euros por un post o un storie de Instagram, algo que me parece absurdo y fuera de mercado. La tendencia parece llevarnos a influencers que tienen menos seguidores, pero con más afinidad”

-¿Y el resto? ¿De qué depende el éxito de una empresa online?

-Del trabajo y del estudio. No tiene más. Muchas horas con mucho cariño y mucha formación. El libro te da pautas para que tú puedas manejarte y resolver infinidad de problemas, aunque luego está el producto que elijas, la promoción que escojas, el servicio de atención al cliente… Aquí no hay dependiente y, la única forma de compensar esa frialdad es facilitar el proceso de compra.

-¿Qué será lo próximo que nos encontremos?

-Los más grandes en este país han girado su negocio a convertirse en un Amazon, permitiendo que otros vendan también sus productos en sus webs. La tendencia es agruparse porque, como hablábamos, hay demasiado de todo…

-Lo que sí parece que los influencers han pasado de moda, ¿no?

-Tenemos un capítulo dedicado a ellos, a los microinfluencers… Hubo un tiempo en el que publicaban lo que le gustaba, hasta que empezaron a venderse. A mí me han llegado a pedir 3.000 euros por un post o un storie de Instagram, algo que me parece absurdo y fuera de mercado. La tendencia parece llevarnos a quienes tienen menos seguidores, pero con más afinidad y a los que de veras se sigue por su poder de convicción. En Masaltos.com hacemos muchas colaboraciones en ese sentido y a mí, me encantan.