El conde de Salvatierra cumple hoy 57 años en un momento vital donde, después de la publicación de su libro, “De Cayetana a Cayetano”, se encuentra más alejado que nunca de sus hermanos
Por Ricardo Castillejo
Deportista y algo arisco con la prensa, durante mucho tiempo, el perfil de Cayetano Martínez de Irujo cambió bastante cuando echó mano de la ayuda psicológica que le ayudó a sacar todo el dolor -y era mucho- que llevaba dentro. A partir de ahí no tuvo tanto problema en salir a la arena pública a contar algunas de las tristezas de su pasado que incluso ha reflejado, recientemente, en el libro “De Cayetana a Cayetano”. ¿El precio pagado? El que, poquito a poco, todos sus hermanos -menos Fernando-, se hayan alejado del conde de Salvatierra, quien hoy, 4 de abril, cumple 57 años confinado, como todos, por el coronavirus.
Con varios ingresos hospitalarios en esta última etapa vital, Cayetano llegó incluso a confesar, en uno de ellos, que en diez días no había recibido ni un solo mensaje familiar algo que, como es normal, le tiene bastante entristecido. “Tengo un hermano de verdad que es Fernando. Hay otros cuatro que me quieren hacer culpable hasta de mi propia vida”, llegó a declarar nuestro protagonista en el programa “Aquellos Maravillosos Años”, de Toñi Moreno en TeleMadrid.
Un conflicto que explotó al morir la duquesa de Alba, el 20 de noviembre de 2015, y recibir entonces por parte de Carlos, el nuevo duque, un trato tan frío que Cayetano se ve obligado a dejar Liria y marcharse a su finca de Carmona, “La Arroyuelas”, terreno con 1.500 hectáreas que él mismo gestiona y en el que prevé instalarse de forma definitiva. Separado de Genoveva Casanova, con dos hijos -Amina y Luis-, este Grande de España intenta que no se sepa mucho de su parcela privada, en la que sí trascendió su relación con Bárbara Mirjan, 33 años más joven que él.
En 2018 recibió el premio “Favorito” de nuestra revista al “Mejor Deportista” y entonces estaba feliz. Sus logros como jinete hípico son su mayor orgullo e incluso se planteaba en ese instante retomar esa actividad. Todo con tal de encontrarse a sí mismo y encontrar esa felicidad que tanto añora.
