El artista presenta su nuevo disco, “Con los pies en el suelo”, del que mañana sonarán algunas canciones en el concierto que ofrecerá en el sevillano Auditorio Rocío Jurado, dentro del certamen “Cabaret Festival”.
Por Ricardo Castillejo
Segundo disco, segundo éxito. Cepeda despierta máxima expectación con el lanzamiento, a principios de octubre, de “Con los pies en el suelo” a la vez que vuelve a los escenarios en este momento tan difícil para ese apasionante mundo de la cultura al que él pertenece. Así, el artista se sinceró hace unos días para los seguidores de “Sevilla Magazine” en un directo de Instagram del que hoy rescatamos algunas de sus más interesantes declaraciones. Recién cumplidos los 31 años, este gallego residente en Madrid nos abre las puertas de su corazón con el mismo cariño de siempre y con ganas, sobre todo, de que escuchemos, y disfrutemos, doce nuevos temas entre los que, “Gentleman”, ha sido un avance muy aplaudido.
-Mañana toca cita en Sevilla… ¿Con qué Cepeda vamos a encontrarnos en el Rocío Jurado?
-Es un formato mucho más íntimo. Intento hablar más con el público y que la comunicación sea más cercana. Por otro lado, he incluido títulos nuevos para esta aventura que no pensaba que iba a salir pero que, al final, se ha convertido en una realidad. Es una suerte poder seguir cantando y hacer música porque lo único que no quería era parar de trabajar. Lo que no entiendo es por qué se suspenden conciertos cuando en ellos no ha habido ningún brote, ya que se cumplen todas las medidas de seguridad.
-Parece que lo cultural se lleva todos los palos…
-Es totalmente injusto, pero, lamentarse o criticar por Twitter, no es la solución. Ésta pasa no por poner una pancarta de “Cultura segura” sino por sentarse con el Ministro de Cultura y hablar claro. El mundo de los artistas se está yendo al garete.
-En el confinamiento me contabas que eras muy casero y que no te ha supuesto un gran conflicto no salir, ¿verdad?
-Estoy bien… Sí he oído que hay quien ha tenido que ir al psicólogo, pero yo, de momento, no he pasado aún por esto. Nunca se sabe…
-Hace poco te veíamos en la piscina con Ana Guerra y Ricky Merino, con lo que vacaciones has tenido, ¿no?
-Claro, he estado también en Ibiza con amigos. Está vacía y por eso se puede bucear y hacer de todo con más tranquilidad. La diversión no es solo las discotecas abiertas, estar borrachos y salir toda la noche.
“Lamentarse o criticar por Twitter, no es la solución. Ésta pasa no por poner una pancarta de “Cultura segura” sino por sentarse con el Ministro de Cultura y hablar claro. El mundo de los artistas se está yendo al garete”
-El tuyo ha sido uno de los cuerpos “más deseados” de este verano en “Sevilla Magazine”, compartiendo cartel con “sex symbols” como Miguel Ángel Silvestre… ¿Te cuidas mucho físicamente?
-Desde luego a Miguel Ángel Silvestre no hay quien le gane… (risas). El mío es un cuerpo normal, digamos que “escombro”… (risas). Voy al gimnasio para mantenerme, pero no para ponerme hecho un toro. Es normal, debo estar guapo cuando salgo a cantar… Si pones una foto de antes y ahora, estoy mejor ahora…
-¿Eres muy autocrítico contigo mismo?
-¡Qué va! No me preocupo de mí mismo casi nada. Es más, estoy más pendiente del resto que de mí. En el cole, por ejemplo, se me daba bien dibujo técnico y, mientras que a mí me ponían un ocho, la chica a la que ayudaba -porque me gustaba-, sacaba un diez… Algo fallaba… Lo que es para mí, como que me da más igual. Con lo que tengo, soy feliz.
-¿Cuáles son tus sensaciones cuando te escuchas en una radio o te ves en televisión?
-Ahí sí que soy más crítico. Jamás pienso “mira qué guapo soy” o “qué bien lo hice”. Respecto a mi música, no la hago para escucharme sino para los demás.
-En agosto cumpliste 31 años… ¿Qué tal tu relación con el paso del tiempo?
-No me da miedo, desde luego. Todos tenemos que pasar por ahí y, en mi caso concreto, me encuentro mucho mejor que muchos de mi edad (risas).
“Estoy aquí para hacer música y la fama es un efecto secundario de poder dedicarme a esto con plenitud. Lo haría igual sin fama y tampoco es que esté al nivel de ser Brad Pitt. Sea como sea, ligo muchísimo más ahora… ¿Quién no la querría?”
-¿Has logrado todo lo que soñabas o las expectativas se han superado?
-Hombre, me queda un Grammy, un Latin Award… (risas). Desde pequeño soñé con dedicarme a esto y es lo que hago. Posiblemente estoy en el mejor momento de mi vida…
-Durante varias generaciones, tener pareja era el principal objetivo de la mayoría, pero, sin embargo, hoy parece que cada vez hay menos ganas de eso, ¿no crees?
-En mi caso, soy el soltero de moda (risas). Lo mismo a los cuarenta puedes plantearte eso, pero, a los treinta, hay que vivir…
-¿Cómo es tu relación con la fama? Todo el mundo te quiere, te invita, te dice que eres guapo…
-Eso es secundario. Estoy aquí para hacer música y la fama es un efecto secundario de poder dedicarme a esto con plenitud. Lo haría igual sin fama y tampoco es que esté al nivel de ser Brad Pitt. Sea como sea, ligo muchísimo más ahora… ¿Quién no la querría? (risas). Y lo de invitar, conmigo no lo hacen. A mí no me invitan a ná… (risas).
-¿Te preocupa que piensen en ti como un “triunfito”?
-No, me da igual. Estoy agradecido por salir de ese programa, aunque, en algún instante, puede desaparecer esa etiqueta y quedarte con que eres Luis y que se me conozca por mi forma de componer e interpretar.
-Por tus reacciones en las redes podría deducir que no te importa lo que piensen de ti…
-Me importa mi ideología. Lo mismo mis formas de expresarme no son las correctas, pero tengo unos valores que creo que son correctos y, cuando no entiendo algo, no me callo ni me muerdo la lengua. Eso ha provocado que, algunos que piensan diferente a mí, hayan dejado de seguirme, pero es que, en este sentido, no querría que un torero viniera a un concierto mío.
-¿Te ponen las polémicas?
-No es eso. Ahí he salido a mi madre. Digo aquello que no me parece bien.
-¿Tienes estrategia o te dejas llevar?
-No. Yo fluyo, me dejo llevar. No proyecto tanto. Cuando tengo que hacer algo, lo hago, no porque lo tenga programado.
