El cantante, casado y padre de dos hijos, regresa al sonido que le dio el éxito con “Versión Original”, nuevo álbum que lanzó al mercado el pasado 19 de noviembre

Ricardo Castillejo

Tres semanas han pasado desde que David Civera lanzó su nuevo álbum y ya puede presumir de haber alcanzado casi las 60 mil visitas en youtube del videoclip del segundo sencillo de “Versión Original”, “Mentirosa”. Muy querido por el público, el turolense lleva una vida tranquila en su ciudad acompañado de su esposa, Ana María, y sus dos hijos, Daniel y Laura, pues a pesar de que la música le ha dado muchas satisfacciones, el artista valora, sobre todo, su familia y su hogar. Sencillo y sonriente, el artista, a sus 34 años, lleva ya casi dos décadas sobre los escenarios algo que no hace sino motivarle para continuar dos décadas más… por lo menos.

-¿Es consciente de todo el cariño que despierta?

-Bueno, sé que tengo un público familiar. Madres y abuelas de toda España. Después de reinventarme en cada disco tengo que dar las gracias y “Versión Original” es una manera de homenajear mi trayectoria. Quiero captar a esos adolescentes que, tal vez, no tienen tan cerca a David Civera. Ya no tengo veinte años y vienen otros detrás pero yo aún me siento canalla y muy juvenil. A través de mis hijos (David, de 2 años y medio, y Laura, de ocho meses), he recuperado la inocencia. Son dos cajas de sorpresas, tienes que mimarles, estar a lo que ellos digan y eso te rejuvenece.

-Por lo que dice debe estar al día en redes sociales…

-Me llevo bien pero no abuso de ellas. Las gestiono, sobre todo, a nivel profesional. En lo personal soy muy reservado y no cuento si voy o no por el pan porque, además, tengo poco tiempo y me gusta pasarlo con los míos. A veces alguna gente se esconde bajo el Facebook y el twitter pero yo soy del cara a cara. En mi primera aparición en televisión nacional con “Mentirosa” fui “trending topic” y pensé: “¿Esto qué es?” (risas). Desde luego, hace ilusión pero soy demasiado “tradicional” (risas).

-Siendo así llevaría mal que le persiguieran los “papparazzis”, ¿no?

-Se darían cuenta que no tengo nada que vender. Nada raro ni extravagante. Si te haces respetar, te respetan. Cuando me casé, por ejemplo, vinieron muchos fotógrafos y periodistas pero me sentí bien tratado. Al banquete no vinieron y lo agradecí.

-Últimamente han fotografiado a Manu Tenorio con otra chica que no es su mujer…

-Cada uno que haga lo que quiera. A mí me gustan mucho las mujeres pero, si estás con una persona, ¿para qué irte con nadie? Todos tenemos impulsos y si hace falta te das una ducha fría y listo. No soy un santo pero, en este sentido, hay que tener confianza. Ves las fotos de tus niños y piensas: “¿dónde voy a ir?”… Mira, hace poco, en el videoclip que acabo de estrenar, estaba como un chaval rodeado de chicas con veinte años pero no sacrificaría todo por eso.

-¿Nunca le han perseguido las “fans”?

-Me han traído un “room service” (risas). Menos mal que, como soy muy presumido, salí a recibirlas arreglado (risas).

-¿No tiene la sensación, al haber comenzado con 17 años en esto, de haberse perdido algo de la vida?

-Hombre, he perdido los veintitantos, que son muy buenos y no vuelven. Siempre he sido maduro y tuve las cosas claras. He sido diferente, un raro que iba a tocar el piano con 16 años, que con 21 se presentó en Eurovisión y que ha estado consecutivamente, seis o siete años, con “números uno”. También he cometido errores pero prefiero no recordarlos. Noto mucho cariño por mi forma de ser y eso compensa. Quizás muchas personas me vean como el Paco Martínez Soria de su generación o quizás soy el artista más raro porque soy de lo más normal. Soy, sin que suene prepotente, como el Perales de 2013 (risas): mi círculo, mi tierra, autor… ¡Habrá él rechazado proyectos por estar en Cuenca! Yo prefiero dormir en una buena fonda en Galicia que en algunos hoteles de cinco estrellas en según qué sitios.

-¿Tiene pensado su deseo para 2014?

-Que me dejen como estoy y seguir haciendo lo que quiero en cada instante. He tenido años de exigencias, de contratos… Hoy día tendría que ser algo que me convenciera mucho para irme con mi familia. No soy ambicioso (porque el que lo es de dinero y ego se pierde) aunque tengo aspiraciones. Si no, hubiera abierto más mercado pero, en ese caso, lo mismo mi hijo no me tendría tan presente.

-¿Es muy protector con ellos?

-No. Eso más las madres, que tienen un “chip” que se les activa. Hay que dejarlos que se equivoquen, que no alcancen todo lo que quieren. En mi casa solo se ven dibujos en la tele pero yo, a veces, se los quito. Les doy todo el cariño pero si tengo que pararles los pies, se los paro. Luego te remuerde la conciencia pero, en el fondo, son listos y te manipulan.

-¿Le da lugar a hacer algo más que la música?

-Tengo mis aficiones como la informática, el cine, la lectura, salir a correr, ir con mi hijo. Lo recojo, lo pongo en la bici, lo cambio… Mi esposa trabaja y en Teruel yo soy el encargado de los pequeños. La niña es igual que Ana con su edad. Daniel es noble y bonachón y Laura también pero es mujer (risas).