Recuerdo que en los principios de Canal Sur Radio conducía las mañanas de la emisora una compañera llamada Carmen Abenza, gracias a la que, la audiencia de esta cadena, subió como la espuma. “El patio de Carmen” era el nombre del programa que conducía y que, durante varias temporadas, cosechó importantes éxitos. No obstante, un buen día, Carmen llegó a la emisora y le comunicaron que aquélla era su última jornada. Así, sin anestesia.

Porque los que nos dedicamos a los medios no dependemos siempre de que nuestro trabajo sea bueno y reconocido y seguido sino de que, a veces, a según qué persona de las que manejan los “cotarros” le gustemos o le dejemos de gustar por no sé qué manía que podamos generar. Una inquina personal, o que alguien haya dicho al mandamás que sea algo negativo sobre nosotros -que puede ni molestarse en confirmar-, y de un plumazo, ¡fuera!

Le pasó a Olga Viza, le pasó a Juan Ramón Lucas, le pasó a Teresa Viejo y le acaba de pasar a Nuria Roca en TV3, que se ha encontrado esta semana con un burofax prescindiendo de sus “servicios”. Da igual que estuviera reestructurando el espacio (por todo lo que está pasando en esa tierra), ni que hubiera dejado la radio para afrontar en la autonómica ese proyecto. Una corta aventura de siete emisiones. Y ahora, averigua tú el por qué…