“Dame” es el nombre del nuevo sencillo de “Decai” y con el que el grupo celebra sus primeros diez años en la música.
El trio gaditano cumple una década en un mundo en el que irrumpió con fuerza gracias a un particular estilo en el que fueron pioneros, y que nace de una mezcla entre flamenco, rumba y “reggaeton”. Así, pueden presumir de haber obtenido un cuadruple disco de platino con el tema “Ella y yo” o llegar a ser el grupo español mas descargado del año. Un sueño cumplido para estos tres amigos de la infancia cuyos éxitos los han llevado llevado a compartir escenario con los más prestigiosos artistas de nuestro país, pero sin perder la sencillez y la cercanía.
-Cómo han cambiado las cosas desde 2005… ¿no?
-En todo. Musicalmente tenemos mucha más madurez en nuestras letras (al principio eramos niños), mejores arreglos, y todo a nuestro gusto. Personalmente también. Los 30 se notan (risas). Dos de nosotros ya somos padres, todos vivimos independientes… Es un momento para celebrar, sobre todo que seguimos vivos en la música (algo que hoy dia es muy dificil), afrontando todos los retos con la misma ilusión que al comienzo, cuando grabamos una maqueta y fuimos llamando a las puertas de muchas discográficas para que apostaran por nosotros.
-Subisteis rápido a lo más alto… ¿Sigue siendo tan fácil?
-Ahora es mucho más complicado. Con “Yo te haría una casita” conseguimos pronto el triunfo y con “Ella y yo” fuimos a los premios “Promusicae” con un cuádruple Disco de Platino en descargas digitales. Fue la canción más vendida de ese año, al nivel del “Colgando en tus manos”, de Marta Sánchez y Carlos Baute. Con el tiempo hemos comprobado que esto es un trabajo y, como en todos, hay que luchar para mantenerse. La dificultad sirve para que, en este momento, cualquier avance lo vivamos diferente y lo valoremos más.
-Presumen de una sencillez que no veo en otros artistas…
-Y me gustaría que me vieras un día en Cadiz. Yo bajo a mi perra en pijama (risas). Hay muchos que van por encima de los demás. Eso me da coraje. También hay otros que teniendo méritos para creerse importantes son los mas humildes del mundo. El Dioni, de Camela, es para nosotros un ejemplo en ese sentido. Hemos vivido momentos únicos. Imagínate, los tres en traje de chaqueta por una alfombra roja junto a Miguel Bosé o Almodóvar… (risas). Hay mucha gente que pagaría por la fama y vivir momentos así pero nosotros, al contrario, estábamos rodeados de los más grandes y deseando llegar a casa.
-¿No les gusta la popularidad?
-Parecerá mentira, pero no me gustaría tener la fama de Bisbal, seguramente la cartilla del banco si. Somos felices y no envidiamos la vida de otros. Ser conocidos por nuestras canciones, tener más bolos, que reconozcan el trabajo, eso sí. Queremos ser cantantes, no famosos. Tenemos los mismos amigos de siempre y seguimos saltándonos tapias para jugar al futbol.
-Han inventado un estilo. ¿Eso se reconocer o está castigado?
Fuimos pioneros fusionando “reggaetón”, flamenco y rumba con una base electrónica. Una idea de la discográfica que nos pilló por sorpresa y que al final nos ha diferenciado del resto. Después nos han copiado pero el público es consciente de quién fue el primero, porque aunque nos comparen somos diferentes a todo lo que hay. Nos halaga que nos imiten, eso nos convierte en un referente. Hubo un tiempo donde salieron muchos parecidos, pero ya no y la mayoría se ha quedado en el camino. Nos han criticado pero los más puristas tienen que partir de la base de que no somos flamencos. El error es más suyo que nuestro. Aun así, que hablen mal pero que hablen, no lo haremos tan mal cuando seguimos aquí.
-¿Se puede vivir de la música?
-Nos dedicamos sólo a esto, si bien antes una gira nos daba para guardar y ahora hay que administrar. Seguimos teniendo público de todo tipo, desde quinceañeras a abuelas que nos vieron actuar en “Arrayán” y ponerle la banda sonora una temporada.
