Así está Miguel Bosé, quien ha decidido mostrar la cara de sus cuatro hijos, Diego y Tadeo, de seis años, y Telmo e Ivo, de cinco, -en un viaje a “Disneland París”- para defenderse de un “hacker” que parece ser le ha investigado en su correo electrónico y le ha chantajeado con lo que ha podido obtener de ahí. “Me han robado archivos fotográficos de familia y me están extorsionando desde hace semanas y por eso no paso. Están tratando la venta del material a terceros. Por esa razón, y para interrumpirle el negocio a mi agresor, me veo obligado a hacer esto y a mostrar las identidades de mis hijos que desde su nacimiento he protegido tanto y mantenido en anonimato. Espero que, no obstante esta decisión forzada, la discreción hacia los menores de mi familia siga siendo respetada por todos como hasta ahora se ha hecho. Gracias”. Duras palabras las del artista que seguro tendrán continuidad en los juzgados. Razones para acudir a ellos, le sobran.