Mientras que la cantante sevillana ha cerrado “Cantora” a cal y canto, su sobrina anuncia que pospone su boda con Omar Sánchez
Ni siquiera en estos momentos de preocupación colectiva Isabel Pantoja deja de ser noticia. Tras la reconciliación de ella con sus hijos y de sus hijos entre sí, la familia vuelve a separarse debido, sobre todo, por la avanzada edad de Ana, la madre de Isabel, y su deteriorado estado de salud (las dos cuestiones hacen estar a la matriarca dentro del colectivo de mayor riesgo).
“Toda mi familia está separada”, confirmaba ayer Anabel en “Sálvame” desde Gran Canaria, donde se encuentra aislada junto a su prometido. Kiko Rivera está con Irene y sus hijas en Sevilla, Isa en El Puerto y el resto, en “Cantora” donde, según la mencionada Anabel, “Mi tía no quiere que entre nadie… Es el sitio más seguro. Todo el mundo pagaría por tener allí una habitación porque allí no entra nada malo”.
Más unidos que nunca, “los” Pantoja esperan que esta pesadilla pase lo antes posible para celebrar ese enlace (Anabel-Omar), previsto inicialmente para junio. “Estoy bien, quiero que mi gente se quede tranquila. Muchísimas gracias por estar ahí animando. He hablado con la wedding planner y la voy a posponer para cuando se pueda”, eran las palabras de la novia en su programa a través de una videoconferencia. “El negro está desesperado. Se está replanteando la boda porque discutimos 55 veces al día”, bromeaba un año después de que su futuro marido, en mayo de 2019, le pidiera matrimonio con un anillo, valorado en 610 euros, con un diamante talla brillante de 0,09 quilates.