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Presidente de la Academia de las Artes Escénicas de España, director de Pentación Espectáculos y director del Festival de Teatro de Mérida, el productor más influyente de España lucha, ahora más que nunca, por el presente y el futuro del sector cultural.

Por Ricardo Castillejo

Son más de 720.000 personas las que viven de la industria cultural en España. 123.000 empresas que suponen un 3,2 por ciento del Producto Interior Bruto. Un sector que, por el contrario, recibe, en financiación pública, el 0,44 por ciento del PIB algo que, si lo comparamos con otros sectores, podría dar muchas sorpresas. Muy implicado con su trabajo, el productor Jesús Cimarro reflexiona con Sevilla Magazine sobre todo lo mucho que, en estos instantes, tiene entre mano…

-Está sin parar, de reunión en reunión, y le vemos muy activo y muy batallero…

-(Risas) Ahí estamos… En este país o das caña, o no hay manera y parece que las cosas se empiezan a mover. 

-¿Desde qué sentimiento está viviendo todo esto? ¿Impotencia? ¿Rabia? ¿Tristeza?

-A todos los niveles. Todas las instituciones, en materia cultural, nos han dejado para el final, pero más vale tarde que nunca. Esperemos poder empezar a tomar protocolos para la desescalada de cara al público, pero también de cara a artistas, técnicos y personal de sala.

-Parece que es inviable que se abran los teatros, ¿no?

-Depende de las fases. En la primera, sí. En la segunda, los públicos podrán abrir y los privados estamos explicando por qué no podemos. Esperamos que sea en septiembre con el cien por cien de aforo. 

“Tengo esperanza de celebrar el Festival de Teatro de Mérida. Se sabrá algo entre el 15 y el 20 de mayo”

-¿Y el Festival de Teatro de Mérida?

-Si es posible llevar el cincuenta por ciento de aforo, vamos a estudiar con el Patronato la posibilidad de hacerlo, dos meses o uno. Ahí está la disyuntiva. Tenemos estos días para decidir y se sabrá algo entre el 15 y el 20 de mayo. 

-Es decir, ¿tiene esperanza de celebrarlo?

-Sí. A ver de qué manera, pero, sí…

-¿Algún título que avanzar?

-No te lo voy a decir (risas). Posiblemente haya algún montaje para el que ya no se llega o alguna producción extranjera que será imposible realizar. Será un Festival distinto al previsto inicialmente.

-Desde dentro, quienes dependen del espectáculo, ¿qué le transmiten?

-Todo el mundo tiene ganas de trabajar, de volver, evidentemente, con el protocolo sanitario correspondiente. Tengo claro que habrá que hacer test a todo el personal, artístico y técnico, por seguridad y, respecto a los espectadores, igual que en el transporte, habrá que tomar medidas, en función de los tiempos. Todavía hay que consensuarlas.

-¿Qué balance realiza de la gestión gubernamental?

-Depende de la Comunidad Autónoma, unas se están moviendo y otras están llegando tarde. La de Madrid en concreto sí está más activa y estamos teniendo reuniones para adelantar medidas de choque.

-Estos dos meses habrá aprovechado para pensar muchas cosas, ¿verdad?

-No he parado. Con mi equipo hemos estado preparando encuentros, documentos, estudios… Desde el confinamiento hemos tirado de lo telemático y ha sido un período muy intenso.

“El miedo a volver a las salas de teatro puede existir el primer mes. Hay que convivir con el virus y, sobre todo, hay que vivir”

-¿Alguna idea nueva que pueda haber resultado hasta ilusionante?

-Desde Pentación hemos creado “Pantalla Pentación”, un proyecto que no existía. Consideramos que la cultura ha contribuido compartiendo, en redes, web y Youtube, un producto que en teoría se tendría que haber cobrado y que se ha entregado a la ciudadanía gratuitamente.

-¿Cuáles van a ser las consecuencias, a corto y largo plazo, en la cultura?

-Está claro que va a haber una serie de protocolos que antes no había, pero yo apelo a la responsabilidad de los ciudadanos. Que se usen guantes y mascarillas y que, quienes tengan síntomas, no salgan de casa. Es la mejor prevención que podemos hacer.

-¿Y el miedo a volver a las salas de teatro y a los espectáculos?

-Pues puede existir el primer mes. Yo he pasado situaciones complicadas, como atentados, y, al final, se supera, pero, en este caso, hay que convivir con el virus y, sobre todo, hay que vivir. Desde los espacios teatrales, desde luego, nos aseguraremos la desinfección y todas las garantías. 

-¿Va a tumbar, toda esta crisis, muchas iniciativas?

-No me gustaría eso, aunque, evidentemente, alguna tumbará. Por nuestra parte intentaremos que sean las menos posibles. 

-¿En ningún momento se ha venido abajo?

-Me dura dos minutos porque, como tengo tanto que hacer, no puedo deprimirme. Tenemos que estar muy activos. Ésta es una de las peores crisis que ha vivido el sector de la cultura, pero tengo muy claro que saldremos. Hay que tener la capacidad para ello. Yo he tenido que pedir créditos e hipotecar mi casa, pero estoy convencido que lo superaremos.