Lina celebra 60 años de trayectoria con el desfile “Gratitud. 60 años vistiendo el flamenco”, ayer en Casa Salinas
Por Ricardo Castillejo
Con su pelo impecablemente recogido, sus pañuelos en el cuello, sus trajes sencillos pero elegantes y sus gafas de sol, Marcelina Fernández, Lina para la posteridad, ha creado una imagen propia similar a la de grandes de la moda como el recordado Karl Lagerfeld.
Un mito viviente del diseño flamenco, la sevillana, que ayer asistió al desfile conmemorativo del 60 aniversario de una firma de la que, con el tiempo, han cogido el testigo sus hijas, Rocío y Mila. Junto a ella, amigos y admiradores de un buen hacer gracias al que se han vestido personajes que van desde la reina Sofía a Grace Kelly pasando por Rocío Jurado, Carmen Sevilla o, cómo no, Isabel Pantoja.
Nombres que han dejado constancia de la magnitud del talento de una mujer que ha tenido la suerte -no frecuente en este país, la verdad-, de, en vida, ver reconocida su extensa y exitosa trayectoria.
Bien orgullosa debió sentirse la gran protagonista de la noche al ver una colección donde predominaron las mangas largas y los escotes redondos para patrones cómodos confeccionados en tejidos entre los que destacaron las mezclas de preciosos estampados florales y los siempre infalibles lunares.
Como complementos, muchos cinturones anchos para marcar la cintura y, en cuanto al cabello, claveles en cascada con delicados lazos anudados. Fantásticos los zapatos con brillantes tacones de aguja e inolvidable el entorno de Casa Salinas, espacio elegido para esta fiesta que no pudo sino recoger los aplausos del numeroso público asistente.
Todo correcto, todo perfecto. Eso a lo que nos tiene acostumbrados Lina, emblema de nuestra cultura y un referente que forma parte de nuestra historia. Un auténtico derroche de encanto, elegancia y saber estar.