El cantante Luis Fonsi cumplió ayer miércoles 42 años en su maravillosa mansión de Florida y acompañado de su esposa, la cordobesa Águeda López, y sus dos hijos, Mikaela y Rocco

Por Ricardo Castillejo

“Feliz cumpleaños a quien me pone el mundo del revés pero siempre con una sonrisa. Dios permita que sigamos divirtiéndonos y siendo cómplices en este camino que se llama VIDA. Mika, Rocco y yo tenemos mucha suerte de tenerte en ella. Te queremos con todo nuestro corazón”.

Con estas palabras felicitó ayer Águeda López a su marido, Luis Fonsi, que cumplía 42 años en su mansión de Florida. Una celebración que, la modelo cordobesa, quiso ilustrar con una simpática imagen suya -boca abajo, sostenida por su esposo y frente a un espejo-, que no hace sino confirmar la maravillosa relación que une a este matrimonio.

Por su parte, el cantante subió a sus redes el famoso “Happy Birthday” para, en su salón y rodeado de unos globos, enviar a sus seguidores ánimos en estos momentos de confinamiento durante los que ha recibido otras felicitaciones como las de Alejandro Sanz, quien le enviaba un cariñoso: “Felicidades champ. Un abrazo enorme a los dos”. Por su parte, Rosanna Zanetti, la mujer de David Bisbal, también se ha unido al amplio listado de amigos que se han acordado de Fonsi con su frase: “Felicidades! Familia unida y mucha salud son los mejores regalos en estos tiempos”.

Está claro que, el intérprete de “Despacito”, es una de las grandes “estrellas” de la música latina y, como tal, puede presumir de tener una casa que, poco a poco, hemos ido descubriendo a través de las instantáneas que, en su interior, ha mostrado en su perfil. Una propiedad valorada en 3.5 millones de dólares que, al menos el año pasado, quiso vender pero que, de momento, ocupa con su familia rodeado de vegetación y en un entorno bastante privado.

Seis habitaciones, ocho baños, un salón, un comedor, cocina, una sala de televisión o una sala de juegos forman parte de una estructura en la que destaca el dormitorio principal, con una cama de gran tamaño y, entre otras cosas, dos burós blancos, una chimenea, una televisión incrustada en la pared, un tocador y, cómo no, varios armarios para el vestuario de la pareja.

En cuanto al comedor, descubrimos allí una mesa para diez personas y un ambiente muy acogedor que también se respira en el salón, con dos sillones blancos para cuatro personas cada uno, y dos individuales en blanco y negro.

Una escalera de caracol, con un piano abajo y guitarras del músico en la pared, completan un maravilloso conjunto del que no podemos olvidar la piscina exterior, ideal para agobiarse menos en un encierro obligado como el que pasamos.