La artista presenta, mañana por la noche en Starlite, su espectáculo “A solas con Marta”, donde repasará los 35 años de su carrera solo acompañada de un piano. Una nueva aventura para la que, por muchas razones, ha sido bautizada como la “reina del pop” en España.
Por Ricardo Castillejo
Disfruta del que, posiblemente, es su mejor momento vital. Por todo. Por su madurez personal y artística, por la adolescencia de su hija, por su relación con el empresario canario Federico León… Marta Sánchez, la “estrella” indiscutible y “reina” del pop español se sincera en exclusiva para Sevilla Magazine en una entrevista donde abre su corazón coincidiendo con la representación de su puesta en escena, “A solas con Marta”, uno de los montajes más esperados de la edición de Starlite este verano en Marbella.
-Mañana por la noche repasarás los muchos éxitos de tu carrera solo a piano… ¿Te asusta o te motiva este reto?
-Me impone. Es una apuesta arriesgada, pura, íntima y minimalista, donde no te puedes refugiar en nada y que está centrada en mi interpretación. Sin grandes adornos ni artilugios y con una luz bonita. Iba a titularla “Marta al desnudo” pero, por connotaciones de antaño, he optado por lo de “A solas con Marta”. Siempre, menos un par de temporadas en las que repetí “show”, he ido cambiando todo cada gira y ésta es la primera vez en la que me despreocupo de estar pendiente de todos los detalles estéticos y coreográficos. He sido una artista que se ha involucrado en todo, desde la producción -aunque no haya salido en los créditos-, a guiones para los videoclips o gráficas de los discos. Soy una enferma del control y me cuesta mucho relajarme y delegar, a pesar de que mi equipo lo forman profesionales de primera.
-Pero así se sufre mucho, ¿no?
-Mogollón (risas). En realidad, es una mezcla de sufrimiento y placer, porque me encanta mi trabajo y la creación, pero se disfruta menos.
-Con ese espíritu, ¿bajo qué prisma contemplas a las otras Martas Sánchez de otras etapas? ¿Eres benevolente o prefieres no verte en según qué momentos?
-Intento sacar la justicia al pasado bajo mi inexperiencia y mi inmadurez de cada instante. Cuando observo conciertos que cuelgan los fans de hace tres décadas recuerdo a una joven que se quemaba con el calor de los focos cubiertos con papeles de colores. Hay muchos en este negocio, con veinte años y éxito, que no tienen ni idea de lo que pasábamos antes. No había ni el nivel mediático, ni técnico de hoy. Íbamos con furgonetas sin aire acondicionado, actuando día sí y día también con calor, frío, sin el alcance inmediato de las redes sociales… Había que currárselo todo mucho, mucho. En los 80 y en los 90 lo hice lo mejor que pude siendo consciente de que en España nos fijamos en lo anglosajón. Nosotros somos los inventores del toreo y ellos, del espectáculo.
“Por mi imagen sex simbol de tantos años o por la intérprete sexy que alguna vez frivolizó en comentarios creo que he restado seriedad a mis declaraciones. (…) Hay una cierta tendencia a no tomarme en serio”
-Muchas de tus declaraciones o tus actos vienen acompañados de polémica… ¿Cómo llevas eso de que, cuando Marta Sánchez habla, parece que sube el pan?
-Bueno… Siempre me ha sorprendido eso y nunca he comprendido por qué me convierto en “trending topic” cada vez que abro la boca. Intento buscarle el lado positivo y negativo y me lleva a pensar que al menos no me ignoran. Por mi imagen sex simbol de tantos años o por la intérprete sexy que alguna vez frivolizó en comentarios creo que he restado seriedad a mis declaraciones. De mis coetáneos solo dos o tres estamos en activo y he tenido muchos “números 1” -mientras algunos solo viven de uno- pero sí que, en ocasiones, hay una cierta tendencia a no tomarme en serio.
-Es imposible ignorarte porque, es más, se te considera la “estrella” del pop en España… ¿Te reconoces en ese calificativo?
-Hombre, he hecho muchas cosas. Era una niña de clase media con un padre que se dedicaba a la música y que cumplió su sueño. Estoy orgullosa de lo logrado y, siendo crítica, me parece que, como intérprete y compositora, ni tengo mucha competencia, ni soy muy mala (risas). No me sale decirte que soy muy buena, pero lo hago bien… Mi querida Olvido (Alaska) me señaló como la “reina del pop español” aunque, antes que esa medalla, me quedo cuando algunos me señalan como una de las mejores cantantes latinas.
-Adaptar algunos de tus temas a piano debe haber sido complicado…
-Bastante. En el Teatro de la Zarzuela estuve más de dos horas, pero es cierto que hablé mucho, contaba el significado que tienen para mí algunas melodías… Como productora del montaje he cambiado todo: las rápidas son lentas y las lentas, rápidas. Por ejemplo, “Desesperada”, que vendió un millón de discos y que era un tema que todos saben yo no quería cantar (porque, en la maqueta, me sonaba infantil), solo a piano es un baladón que me emociona muchísimo.
“Hay que darle su sitio a la cirugía estética y respetarla. No hay que desmerecer a alguien porque acuda a ese recurso. Parece que en España molesta que te conserves bien…”
-Marta, son varias décadas en activo y eso significa que nos vamos haciendo mayores… ¿Qué tal tu relación con los años?
-Fatal… ¿A quién le gusta envejecer? Claro que habrá quien considere que las arrugas son experiencias, pero a nadie le gusta en un espejo mirar cómo se te cae la papada. Es ley de vida y no se puede cambiar. Intento cuidarme y soy disciplinada, pese a que no voy al gimnasio todo lo que debería. Me trato con Maribel Yébenes la piel y me he hecho algún retoque, pero me hace gracia eso de “Ésta está bien porque se opera”. No me he operado de tantas cosas -lifting, por citarte algo, nunca me he hecho- y hay que darle su sitio a la cirugía estética y respetarla. Ayuda a las personas a sentirse mejor y eso conecta con la psicología y la autoestima. No hay que desmerecer a alguien porque acuda a ese recurso. Parece que en España molesta que te conserves bien…
-¿Te ves en esto, como una Paloma San Basilio o un Raphael, hasta el final?
-Sí pero priorizando mi familia, el ocio, eligiendo cada proyecto… Hasta hace muy poco no he aprendido a decir que no. He sido del hacer, hacer, hacer y del estar, estar, estar y, actualmente, prefiero seleccionar más.
-Transmites más serenidad que nunca… ¿Es por tu relación? ¿Por tu estado vital?
-Estás en lo cierto. Estoy más serena y tranquila que nunca. Influye mi pareja; reflexiones que he tenido a raíz de pérdidas como mi padre, mi hermana, amigos por cáncer, accidentes; ver crecer a mi hija, que tiene 17 años y parece que fue ayer cuando salía del hospital, ante los periodistas, con ella en los brazos; pararme con el Covid-19 y darte cuenta que había olvidado de vivir por mi profesión… Todo eso te hace concluir que hay que respirar y gozar la vida. Soy una curranta y me lo merezco.
