La malagueña, participante en la edición de 2018 de “Operación Triunfo”, presenta “¿Qué más quieres de mí?”, ochentero tema con el que confirma lo fuerte que viene pisando en el mundo de la música.

Por Ricardo Castillejo

Integrante del elenco de “La llamada” -de los pocos musicales que siguen activos, como consecuencia del Covid-19, en la cartelera madrileña-, Marta Sango participó en la edición de “Operación Triunfo” de hace dos temporadas, dejando clara ya entonces su fuerte personalidad. Y es que, a pesar de su tremenda juventud -solo 20 añitos-, esta Cáncer de origen malagueño va dando pasos seguros y firmes en una pequeña trayectoria a la que incorpora ahora “¿Qué más quieres de mí?”, tema que formará parte de un primer disco que, en principio, llegará en 2021.

-“¿Qué más quieres de mí?” tiene un sonido muy de los ochenta y hay a quien le ha recordado a Olé Olé… ¿Te verías como una nueva Marta Sánchez?

-No quiero mojarme en eso. Cada uno tiene su recorrido y los tiempos son tan diferentes que seguramente nada se parece a nada. Ella tiene su personalidad y sus gustos y yo tengo los míos. Solo quiero ser referente de libertad de expresión para mucha gente joven, como lo fueron los ochenta, que fue un boom de colores, estética, romper con barreras… Creo que puedo transmitir mucho positivo y, aunque me importa lo que puedan decir de mí en ciertos momentos, intento hacer lo que me pide el corazón. Cuando me miro a mí misma con perspectiva me doy cuenta de que, en realidad, cuando los míos me decían que no tenía que ser artista, lo hice. Igual que cuando otros me indicaban un camino y yo tiré para otro lado. Por eso pienso que puedo ser modelo para otros.

-A los concursantes de “talent shows” suelen dirigirles las carreras… ¿Te ha pasado a ti?

-A mí me parece que eso ha cambiado. Quizás al principio sí era así, pero tú siempre puedes negarte y yo, por ejemplo, si un tema me parece una porquería, no lo voy a hacer. También te digo que a los dieciséis no se nos trata de la misma manera. De 2017 y 2018 todos los concursantes de “OT” pertenecíamos a Universal y está claro que una sola compañía no puede tratar por igual a 32 cantantes. Así que, o te buscas la vida y no dejas de moverte, o tienes suerte y te llevan de la mano, o no te comes nada…

-¿Y tu opción?

-Currármelo por mi cuenta y ser mi mayor fan. Tengo algo que no tienen lo demás y a mí, quienes se comprometieron conmigo, no me han ayudado. Me da igual… Lo que no te mata, te hace más fuerte y, si hablo con esta seguridad con 20 años, es porque de los palos, se aprende. Te vuelves más astuto y sabes por dónde no debes ir. He vivido instantes complicados en los que me he tenido que empoderar y reivindicar. La fuerza que poseo en mi voz, y en mi cuerpo, es lo que me hace estar cómoda sobre el escenario. Eso es valioso. Es presencia, carisma… Hay a quien se lo trabaja a nivel estético, pero no se moja en llegar y tocar al interlocutor de verdad y es ahí donde pasas de ser un intérprete a un artista.

---

“Quienes se comprometieron conmigo, no me han ayudado (…). Si hablo con esta seguridad con 20 años, es porque de los palos, se aprende. Te vuelves más astuto y sabes por dónde no debes ir”

---

-Eres de signo Cáncer y de vosotros dicen que sois muy familiares…

-Sí. Soy supersensible y protejo mucho a los míos. Echo mucho de menos a mi familia, pero, al mismo tiempo, he encontrado otra en Madrid.

-También comentan que soléis llorar mucho…

-Mucho… De hecho, todavía me quedan muchas cosas por llorar. Me ha cambiado mucho la vida en estos últimos años y mi mente está procesando todo eso, pero sí que soy emotiva, intensa, sentimental…

-¿Romántica?

-Lo soy en general. No en cuanto a una relación sino en el sentido de apreciarlo todo mucho, hablar como si todo fuera un tesoro y hacer una fiesta de cualquier pequeñez. Soy muy intensa y muy disfrutona.

-¿Y la pareja? ¿Cómo la entiendes?

-A mí me gusta que me lo demuestren, y no llevándome a dar un paseo por la calle. La fidelidad es importante pero más lo es la comunicación que, si falla, es el origen de los problemas. Solo he tenido dos relaciones serias -puesto que soy pequeñita en este tema-, y todo lo he vivido con mucho frenesí. Lo que sí me considero muy independiente y, si alguien externo me desordena mi realidad, me agobia. Es más, de adolescente era un poco rompecorazones, aunque cada vez tengo más claro lo que quiero, lo que necesito, lo que puedo llegar a abarcar… Sea como sea, al final siempre llega alguien que moldea eso que, en principio, tengo tan rígido. Mi exigencia y mi cabezonería pueden poner de los nervios a la otra persona porque con frecuencia soy de blanco o de negro y, cuando llega un día gris, me desoriento.