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El cantante que nos representó en Eurovisión el año pasado, lanza el videoclip de “Escriurem”, tema en catalán con el que ha sido premiado en el grupo editorial “Enderrock” a la “Mejor Canción” tras recibir también, en esos mismos galardones, el reconocimiento al “Mejor Artista Revelación”

Por Ricardo Castillejo

Contagia positividad, a pesar de las circunstancias que estamos viviendo, y no tiene inconveniente en manifestar con claridad sus ideas. Miki Núñez es, a sus 24 años, un fantástico conversador y un intérprete que, visto el éxito de su primer álbum, “Amuza”, llega pisando fuerte. ¿Lo único que le apena u poco más? No poder estar cerca de su novia, Sara Roy, ex concursante de “Factor X” con la que, el responsable de “La venda”, hizo pública su relación el pasado mes de noviembre.

-Antes de nada, ¿cómo llevas el confinamiento?

-¡Fatal! ¡No puedo más! Pero, ¿qué se le va a hacer? Estoy con mis padres y mi hermano en Tarrasa y a nivel personal me está haciendo pensar mucho. Siempre he sido muy besucón, abrazador y cariñoso con mis amigos, pero, si cabe, cuando termine esto voy a serlo más y me los voy a comer a besos. Luego, en lo laboral, hay que adaptarse a los cambios de fechas y supongo que, en general, cambiarán muchas cosas, como el hecho de que se trabaje más desde casa.

-Estrenas el videoclip de “Escriurem” que es casi un himno, ¿no?

-Es el último corte del disco y es una balada en catalán que va al final porque no es algo que esté acostumbrado a hacer. Me abrí en canal para hacerla y se la dediqué a todos mis compañeros y compañeras de “OT” y ha sido el público el que la ha hecho “single”. Ha estado seis veces en el “número uno” en Cataluña con lo que, imagínate, estoy muy contento.

“Quien quiera venir a mis conciertos tiene que seguirme por lo que soy, no por lo que no soy. Si molesta que cante en catalán, ajo y agua y que se queden fuera”

-Posiblemente desde Serrat nadie sonaba a nivel nacional en catalán…

-Eso es guapísimo, me encanta. Escuchamos letras en inglés, en italiano, en francés y resulta que el catalán, que es una lengua de nuestro Estado, por alguna razón obvia -que es que los políticos quieren politizarlo todo-, no se emplea tanto. Pensé que, ya que tenía la oportunidad de que se escuchara, iba a aprovecharla. Seguramente se entenderán más cosas que una letra en inglés…

-Pero sabes que puede existir un sector que no reciba bien esta iniciativa…

-Quien quiera venir a mis conciertos tiene que seguirme por lo que soy, no por lo que no soy. Si molesta que cante en catalán, ajo y agua y que se queden fuera.

-¿Te pronuncias, en este sentido, ideológicamente?

-No me posiciono políticamente. Me posiciono musicalmente.

-Cambiando de asunto, esta edición de Eurovisión se ha cancelado…

-¡Qué fuerte! Mi primer pensamiento fue de pena. Es el programa de música más grande que hay. Sin embargo, todos los artistas que han hecho promoción de sus propuestas eurovisivas van a tener la oportunidad de hacer esa misma promo -que es la mayor que puedes tener- en dos ocasiones. Es, como le dije a Blas Cantó, mirarlo desde el lado más positivo.

-Para muchos intérpretes, la experiencia de Eurovisión, por lo dura que es, resulta un poco agridulce…

-Claro, los meses anteriores a los tres minutos que se ven en televisión son un “agobio feliz”. Te pasas ensayando de ocho a ocho, promoción, viajes… Nunca he dormido menos que en la época de Eurovisión, pero llevaba una canción que me representaba mucho y con la que me sentía muy cómodo así que, ese peaje, lo pagué con mucho gusto.

“Si voy a un concurso, como “Operación Triunfo”, donde me grababan durante 24 horas, sé que, cuando termine, mi día a día va a generar interés, con lo que se trata de actuar con normalidad”

-Transmites mucha energía, pero, ¿qué puede tumbarte el ánimo?

-Mira, de estas semanas solo he tenido un día de bajón completo, pero también es necesario para valorar cuando estás bien. Ahora me está tocando mucho estar separado de mis abuelos y de mi pareja. Pasar todo el rato encerrado es para pegarse un tiro pero, a la mañana siguiente me planteo que se trata de cuidar el bien común, y éste no es otro que el que no salgamos. Más allá, en general me desanima no dar el cien por cien y no estar con mis seres queridos.

-Has mencionado a Sara, a la que presentaste públicamente en noviembre…

-La conocía desde antes, pero decidimos compartirlo entonces, sí.

-Tratar esta relación con normalidad, y no actuar con recelo ante la mirada pública, ¿es algo que sientes que te acerca como personaje?

-Yo soy músico pero, antes de eso, tengo mi vida. Si voy a un concurso, como “Operación Triunfo”, donde me grababan durante 24 horas, sé que, cuando termine, mi día a día va a generar interés, con lo que se trata de actuar con normalidad. Ya antes subía a Instagram momentos míos y, con un cierto límite -porque enseño lo que quiero enseñar-, voy a seguir haciéndolo. 

-Hablando de enseñar, no has tenido inconveniente en mostrar tu cuerpo, algo muy comentado por tu buena forma física… ¿Es un gancho más?

-Todo ayuda, pero hago ejercicio y como sano y me mantengo en forma porque tengo que defender una hora y media de actuación, pasar mucho tiempo en taxis, aviones… No aguantaría y, como es mi físico -y, si voy a la playa, todos van a conocer cómo es-, lo trato con naturalidad. Si me ven la cara, pueden verme el torso.

-¿Dónde está el límite en todo esto de la privacidad?

-Depende del momento. Se sabe que soy más “rojo” que la sangre que me corre por las venas pero porque se le llama así a quien defiende la sanidad pública, la educación universal, que la inmigración debería ser “fluctuación de la peña que se mueve por el mundo”… Muchas veces me callo, pero otras, cuando VOX dice cualquier gilipollez, salto y tengo que dar mi opinión. Va en función del cabreo que lleve encima… (risas).

-¿”OT” o Eurovisión pueden lastrar una carrera?

-Hasta que no hicimos nuestro primer concierto en Barcelona, no tenía ninguno más, ni gira, ni contrataciones, ni nada. Cuando la gente se dio cuenta que no pasaba nada por haber ido a Eurovisión y a “Operación Triunfo” -y no se quitó “la venda”-, no empezamos a rodar. Muchos me confiesan: “Pensaba que eras un “triunfito” más”. Yo lo agradezco, igual que respeto a quien pueda no gustarle.