La actriz representará hasta mañana en el Festival de Mérida la función “Asamblea de mujeres”, en la que comparte cartel, entre otros, con Lolita y María Galiana
61 Festival de Teatro Clásico DE Mérida.-La asamblea de las mujeres.
Foto/ Jero Morales
No ha tenido todas las experiencias teatrales que le hubiera gustado pero el escenario es un lugar donde, como gran actriz que es, le encanta estar. Y más si se le presenta la oportunidad de pisarlo dirigida por su querido Juan Echanove, con admiradas como compañeras del nivel de María Galiana o Lolita y con un texto clásico como “Asamblea de mujeres” que, representado en el Festival de Mérida, es toda una inolvidable aventura. Sin querer profundizar en su vida privada, Pastora Vega es una estupenda conversadora y una fantástica mujer que, a sus 55 años, tiene aún mucho que decir…
-Afirma que el teatro es una “espinita” en su carrera…
-La verdad es que me hubiera gustado hacer más. Lo último fue un “Don Juan” en Alcalá de Henares en la que interpreté a Doña Brígida. También está “Una relación pornográfica”, que montamos hace cinco años pero que vino tras diez sin ninguna obra así que en Mérida me estoy quitando esa espina colgando, además, el cartel de “No hay billetes” casi todas las noches y con una compañía fantástica. Hago “doblete”, dos personajes muy distintos en tono de comedia. Eso, como actriz, me está dando otro techo.
-Supongo que los actores también sufren “miedo escénico”… ¿Lo ha vivido?
-Afortunadamente, no. Siempre hay nervios, sobre todo en el estreno, pero son nervios saludables que, al salir a escena, nunca me han paralizado. Suelo ser de las que se crecen y, en especial, con tantos ensayos detrás.
Foto/ Jero Morales
-¿Los aplausos son el mejor pago para ustedes?
-Claro. Es lo más. Hombre, uno quiere agradar a crítica y público pero también hay éxitos de taquilla que no lo son para los críticos o al contrario.
-¿Piensa que, por su espectacular físico y por su matrimonio con alguien tan popular como Imanol Arias, no ha tenido las oportunidades profesionales que merece?
-No lo sé. Hay gente para la que las circunstancias se ponen a favor para que su carrera funcione y puedan crecer como artistas pero, en general, no suele ser así. Todos tenemos algo que condiciona: físico, edad… Ser muy, muy guapa o muy, muy racial son aspectos que pueden influir pero al final, si crees en ti y confías, termina saliendo y esas rémoras se olvidan.
-¿Sería mejor el mundo si gobernaran las mujeres?
-(Risas) Ni idea… Ojalá lo supiera… Lo que sí está bien es la mirada femenina sobre la realidad. Es complementaria, profunda, inteligente… Los extremos no son buenos nunca. La vida está formada por hombres y mujeres. Para mí es impresionante comprobar que, en este texto de Aristófanes, hay asuntos que son universales y atemporales.
-¿Tantas primeras figuras femeninas compartiendo función es una “lucha de titanas”?
-¡No hay tantas! Somos cuatro mujeres y cinco hombres… En cuanto a lo que me dices, conozco a María Galiana desde hace catorce años, por “Cuentáme”, y estoy encantada de coincidir con ella. Adoro su actitud. Lolita es como casi una hermana a la que me une una relación desde que nací. Y en cuanto a Concha es tan sensible y se entrega tanto… Ha sido un regalo de mi amigo Juan Echanove.
-Ya que menciona a Lolita, que está de actualidad por su ruptura con Pablo Durán… ¿Por qué las uniones de hoy son tan poco duraderas?
-En esta comedia se dice que “todos seamos de todos” y se habla mucho de sexo. Lo del amor supongo que depende de las religiones, de la moralidad de cada época, las creencias… La etapa en la que se centra el texto dio más “alegrías” en ese sentido. Luego vinieron las “vacas flacas”. Hoy se es más civilizado. Se comunica, se informa…
-La pena es que se ha quedado sin vacaciones, ¿verdad?
-Pero no me importa. No tengo muchos días seguidos pero estoy tan feliz, me lo paso tan bien con este proyecto… Es un lujo.
-Desde luego transmite mucha belleza… ¿Esa felicidad es su secreto?
-Pues entiendo que el estar a gusto con una misma está muy relacionado. Más del cincuenta por ciento seguro que depende de eso. Cuando estás incómoda, la cara es el espejo del alma. También está la genética, si te tratas con amor… A pesar de no ser ninguna jovencita estoy muy bien de todo… (risas).
-¿La edad no es un inconveniente para su profesión?
-Bueno, yo pienso en María, con 80 años, que nos da mucha “marcha” a los más jóvenes. Envejecer no debe tener ninguna gracia. Perder la energía, verte las arrugas no debe ser nada agradable pero en todo caso es inevitable. Lo ideal es adaptarse a cada época de la mejor manera posible. Soy una persona con una actitud positiva…
61 Festival de Teatro Clásico DE Mérida. 26/07/2015 -La asamblea de las mujeres.
Foto/ Jero Morales
