El sevillano celebra los más de 23 millones de visualizaciones de “Gitana”, tema compartido con Sergio Contreras y Demarco Flamenco que viene a unirse a una larga lista de éxitos como los que también les han unido a Carlos Baute o Kiko Rivera.
Por Ricardo Castillejo
Trabajador incansable, como buen Capricornio, Rasel es uno de nuestros artistas más aclamados por millones de admirador@s que siguen una trayectoria que comenzó con 15 años -en el seno de una familia de músicos-, y en la que ha ido tocando distintos géneros, como el rap o el pop. Sin embargo, ha sido en los ritmos latinos con base flamenca donde Rafael Abad, auténtico nombre de nuestro entrevistado, ha descubierto el territorio que le ha aportado sus mayores éxitos, compartiendo grabaciones con Carlos Baute, “Me pones tierno”, Henry Méndez, “Estás tó buena”, Sergio Contreras y Demarco Flamenco, “Gitana”, o Kiko Rivera, “Amiga mía”. Con este último mantiene, además, una sólida amistad de la que también nos habla, en exclusiva, para “Sevilla Magazine”.
-Has conseguido, con esa fusión de lo urbano y los aires aflamencados, el reconocimiento que todo intérprete desea, aunque, como buen Capricornio, no has cesado en tu empeño hasta llegar a ello…
-Somos muy cabezones, ¿eh? Sea como sea, quien pretende alcanzar un sueño tiene que implicarse en eso y yo, desde chico, lo tenía muy claro…
-También afirma la astrología que sois personas de carácter fuerte…
-Pues ahí no hago mucho caso a mi signo (risas). Soy muy tranquilo, tengo mucho temple y, gracias a eso, puedo seguir en esta profesión tan dura.
-¿Tampoco te identificas en la frialdad que se os atribuye a los Capris?
-¡Qué va! ¡Yo soy de corazón caliente! (risas) Estoy como los de “La isla de las Tentaciones”… (risas). No, eso no va conmigo. Soy muy cariñoso y no me cuesta mostrar los afectos.
-¿Eres de amor para toda la vida?
-Sí, hay te doy la razón. Llevo muchos años con mi pareja y estamos como el primer día. Ella es mi complemento en las carencias que tengo, y viceversa. Es algo muy bonito y me siento muy feliz en ese sentido.
-¿No es difícil para Esther, tu compañera, tener al lado a alguien tan atractivo, que se mueve tanto en fiestas y de noche…?
-Es que, como la conocí desde el principio de mi carrera, ha visto cómo ha ido evolucionando todo de forma natural. Quien quiera engañar a alguien lo va a hacer, pero en mi profesión parece que hay quien está esperando que la cagues para contárselo a todo el mundo. Nosotros tenemos confianza y lo llevamos bien.
“Kiko Rivera es un tío increíble, una gran persona que lleva encima el “sambenito” de estar, de continuo, con el foco mediático encima. Lo más bonito es la privacidad y él no la tiene y eso es muy duro. A veces, a su lado lo he flipado porque no sé cómo puede aguantarlo”
-La infidelidad puede ser la prueba más difícil para una relación…
-Yo creo que llevaría peor que estuvieran conmigo por costumbre o por lastima…
-Cambiando de asunto, has compartido temas con muchos nombres destacados de la música como Carlos Baute o Henry Méndez o hasta con Kiko Rivera, al que te une una fuerte amistad, ¿verdad?
-Hay que conocerlo bien porque la visión sensacionalista de los medios no permite descubrir cómo es realmente. Es un tío increíble, una gran persona que lleva encima el “sambenito” de estar, de continuo, con el foco mediático encima. Lo más bonito es la privacidad y él no la tiene y eso es muy duro. A veces, a su lado lo he flipado porque no sé cómo puede aguantarlo. Me da mucha lástima pues, aunque esté ganando dinero, lo está pasando muy mal con todo lo que tiene encima. Cuando abrió “la Caja de Pandora” que se le ha venido encima estábamos juntos en “Sálvame” presentando “Amiga mía” y, ni siquiera su mánager sabía que tenía intención de contar lo que contó. Está muy decepcionado y, antes de que las especulaciones crecieran, decidió hablarlo él.
-¿Por qué no te has subido al carro de “los Rivera/Pantoja”?
-Pues porque, al considerarme muy amigo de Kiko. no voy a vender su vida. Me han llamado mil veces y siempre respondo lo mismo: lo que quieras saber suyo, pregúntale a él. Para mí vale más una amistad que ir a un plató por tres duros a contar porquerías. No entra en mi cabeza y lo digo con la boca grande. Nunca me verás ahí…
-¿A Isabel Pantoja la conoces?
-Sí. Hemos coincidido en muchos momentos y me parece una gran mujer. En todas las familias se cuecen habas, pero las suyas son comentadas públicamente…
“Antes escuchabas “puta” en un tema y te echabas las manos a la cabeza, pero esto ha cambiado. A los jóvenes le llaman la atención las canciones que dicen más burradas”
-Por la dureza que referías de tu profesión… ¿Has llegado a pensar en dejarlo todo?
-Claro. Dedicarse cien por cien a la música es complicado. En mi caso hay dos o tres meses al año más tranquilos -después de mis giras por América o Europa-, durante los que te comes mucho la cabeza. Es el público el que decide si mañana vas a estar o no y, por tanto, nunca sabes qué pasará.
-¿Qué serías si no fueras artista?
-Bombero (risas)… Estuve cuatro años en las oposiciones, pero tuve un accidente y, aunque iba muy preparado y llevaba unas “notazas”, perdí visión de un ojo que me impidió el paso. Es mi vocación frustrada…
-Pero el “cuerpo” y el arte no te abandonan… Arte que, encima, te rodea: tu hermana, Dama, tu ex cuñado, Melendi… ¿Tus dos hijos demuestran inquietudes?
-Me van a jubilar en breve… Mi niña está como loca por sacar su primer “single” y sé que le va a ir bien porque tiene un talento brutal. Y Leo será de presidente del Gobierno, para arriba… Cuidado con él porque tiene las ideas muy claras… (risas).
-Algunas letras actuales, en concreto dentro de los géneros que tú tocas, son muy criticadas, especialmente desde sectores feministas, por llegar a ser agresivas con el colectivo femenino… ¿Dónde están tus límites?
-Antes escuchabas “puta” en un tema y te echabas las manos a la cabeza, pero esto ha cambiado. Son algunos artistas, sobre todo, los que han ensuciado el género del reguetón, pero, hasta los más grandes han usado las influencias de este género. Desde Ricky Martin a Bisbal pasando por Alejandro Sanz. El reguetón está tan consolidado como el pop. Todo depende de cómo te lo tomes, aunque, en mi caso, no pienso entrar en nada que veje a la mujer, no dejando de ser cierto que a los jóvenes le llaman la atención las canciones que dicen más burradas.
