El festival de las Naciones entrega sus Premios Solidarios durante una edición en la que brillaron con “luz propia” dos estrellas de nuestro arte como son Diana Navarro y Matilde Coral
Ricardo Castillejo
La noche se presentó lluviosa, si bien a última hora se contuvo y permitió disfrutar de una estupenda velada bajo el cariñoso carisma de Sergio Frenkel, director del Festival de las Naciones y uno de los empresarios que más luchan por darle a Sevilla ilusiones renovadas como la de esos Premios Solidarios suyos que entrega cada año en los Reales Alcázares. Allí se dieron cita el martes un nutrido grupo de galardonados como la Fundación Toro de Lidia, los hermanos Peralta, Juan José Padilla, Rafael González-Serna, Sevillasolidaria.es, la Fundación Atenea, la Asociación de Bomberos “Proem-Aid”, la familia Ybarra, Mágico González o Unicef. Personajes o instituciones que destacan por su implicación social y entre los que brillaron con “luz propia” dos mujeres muy ligadas a nuestra tierra y que pusieron la nota de color artística en el evento: Matilde Coral y Diana Navarro.
Sevillana y trianera la primera, malagueña la segunda, ambas supieron emocionar al público asistente con sus palabras y con su voz, respectivamente, y con un carisma excepcional que se supo agradecer con cariñosos aplausos al término de sus intervenciones. Diana en concreto interpretó la oración del “Padre Nuestro” como regalo que a su vez entregaba a la organización y a los presentes, llenando así con su prodigiosa voz un entorno donde no faltó el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, además de otras autoridades y cónsules de diferentes países como El Salvador, invitado en esta edición del Festival.
Muy ligados a la desaparecida duquesa de Alba, estos Premios celebraban su edición número XIII con la satisfacción de haber acogido en su seno a grandes nombres que van desde Eva González a Genoveva Casanova pasando por Isabel Gemio, María León o Pastora Soler. Tras ellos la alargada sombra de la colaboración entre unos y otros, entre quienes más tienen y quienes más lo necesitan. Una prueba de generosidad solo apta para grandes corazones.