“En la época de informativos me llamaba, y como no había móviles, me colapsaba el teléfono y no podía hablar con otros departamentos. Me ponía música y me decía que quería hablar”. Con estas palabras ha sorprendido Susanna Griso en su programa, “Espejo público”, contando, en el comienzo de su temporada televisiva, el caso que vivió hace años de acoso. En un momento en el que este tema está más en el punto de mira que nunca, la periodista se sinceró ante la audiencia reconociendo haber recibido hasta alguna carta con contenido inapropiado. Susanna, en lugar de denunciar, “habló con él y con sus padres” (y con la dirección de su cadena) y, al parecer, la cuestión quedó así parada.
Todo esto viene en relación a la situación por la que pasó la también presentadora Marta Fernández quien, con estas palabras -fruto de su vivencia en otro caso de acoso-, ha sacudido desde Mediaset el panorama nacional: “Eran mensajes raros, pero nada preocupantes. Lo más alucinante es que mi acosador se identificaba. Una noche de Reyes llego a mi casa y me encuentro una caja en el balcón. Comprendí que no solo me escribía cartas a casa, sino que había estado allí en mi puerta y me podría haber roto el cristal del balcón (…) comenzó a acercarse físicamente, comenzó a presentarse debajo de mi domicilio”. Dos testimonios destacados que, sin duda, alertan de un problema social del que nadie está exento.