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La banda Tarifa Plana presenta su nuevo “single” llamado, como diría Belén Esteban, “Hasta luego Mari Carmen”, un himno a la alegría y el desenfreno de la vida

Pepe Zarza

El pop y el rock se unen en ellos. Luismi Grayonay (vocalista), Javier Rubiño (guitarra), Richi (bajo) y Samuel Peláez (batería) son naturales de Málaga, donde se conocieron en 2010 cuando Javi publicó un anuncio buscando personas para formar un grupo que hiciese “música normal”. Sin embargo, fue en 2014 cuando la banda terminó de despegar tras ganar un concurso organizado por el Festival Starlite y Alejandro Sanz donde jóvenes artistas competían para ser teloneros del cantante. La consecuencia de todo aquello fue que ficharan por M2 Music y llegaran, a día de hoy, a convertirse en un grupo revelación de Andalucía.

-Habéis empezado una nueva etapa…

-Con “Hasta luego Mari Carmen” hemos cambiado de productor y contamos con Tony Romero, que produce para Vanesa Martín, Chambao, Ricky Martin… Le gustó lo que le propusimos y marcó un antes y un después en cuanto al sonido que hacemos. 

Ahora está la policía de lo correcto y todo se pone bajo sospecha por si te pasas de la raya o puedes herir los sentimientos de alguien… El problema viene cuando te coartan la libertad. Queremos escribir libremente y que nadie nos limite porque no somos machistas” 

-Con esa canción parafraseáis a Belén Esteban… ¿Es intencionado?

-No sabemos quién fue antes, si ella o nosotros (risas). Es un dicho muy nuestro en Andalucía y cogimos esa idea de mandarlo todo por ahí. Nos enteramos después que era una frase que decía ella mucho. De todas formas, ahora lo están usando también Roberto Leal, Arturo Valls…

-La positividad que transmitís, ¿creéis que es más necesaria ahora, tal y como está el panorama en España?

-Por supuesto. Estamos siempre en momentos convulsos y siempre es bueno que, por lo menos en lo nuestro -que es un nudo cultural muy importante-, se transmitan mensajes positivos. Proponemos olvidarnos de los problemas diarios, salir a la calle, disfrutar y bailar con nuestras canciones.

-Hacerse un hueco importante es un camino muy difícil, ¿os habéis encontrado alguna zancadilla por el camino?

-Tenemos clarísimo que esto es una carrera de fondo y con “Hasta luego Mari Carmen” hemos querido mandar a tomar aire fresco a muchos “vendemotos” que han buscado aprovecharse de nuestra ingenuidad. Ya estamos espabilados. Cuesta hacerse un hueco y, una vez dentro, lo importante es mantenerse. Alejandro Sanz, cuando tuvimos la suerte de telonearle, nos comentó que lo duro vendría después, cuando estamos asentados. 

-¿Qué es lo más bonito?

-Estar aquí contigo hoy (risas). Hace una hora estábamos desayunando y hemos dicho: “Joder, qué bonito es todo esto”. También es importante para nosotros el contacto con los fans. Queremos llegar a todas las personas posibles y contarles nuestras vivencias. 

-¿Y lo más feo? ¿Hay alguna “cara B” en todo esto?

-La hay, la hay. Estamos a puntito de hacer un “challenge” que es para decir a quién le dirías tú “hasta luego Maricarmen”. Hay muchos que quieren aprovecharse de los artistas y sacar partido de todo. Esos envenenan el mundo de la música. No los queremos con nosotros. Nosotros le habríamos dicho “Hasta luego Maricarmen” a unos cuantos de la industria que intentan “chupar del bote”. 

-Entonces eso pasa más con profesionales de la industria que con otros intérpretes…

-Solo nos hemos encontrado con buenos compañeros. David de María, Alejandro Sanz, los Mojinos Escozíos, Los Aslándticos… Hemos compartido muy buenos ratos.

-Al ser un grupo de hombres, ¿os sentís en el punto de mira por que cualquier letra pueda ser tachada de machista?

-Pues sí. No sabemos si por el feminismo, pero hay que cuidar mucho el lenguaje… Esta cuestión genera debate porque nadie nos tiene que privar de nuestra forma de escribir o de lanzar un mensaje. Ahora está la policía de lo correcto y todo se pone bajo sospecha por si te pasas de la raya o puedes herir los sentimientos de alguien… La canción “Bipolar” no iba en ningún momento a meterse con una enfermedad, era simplemente un juego de palabras. No estamos de acuerdo con esa hipersensibilidad. El problema viene cuando te coartan la libertad. Queremos escribir libremente y que nadie nos limite porque no somos machistas. 

-¿Habéis cumplido vuestro sueño?

-Hemos cumplido metas como grabar un disco, sonar en radio, firmar con una discográfica, tocar delante de miles de personas… Nuestro gran sueño sería vivir de la música 24 horas y pensando solo en eso. 

-¿Cómo es la convivencia entre vosotros?

-Somos una familia con muchísimas cosas buenas y poquitas regulares, ni siquiera malas. El fin de semana que no tenemos ni conciertos ni ensayos, nos llamamos para irnos de cervezas. Nos echamos de menos (risas).

-Estáis siempre de un sitio a otro… ¿Tenéis tiempo para tener parejas?

-Siempre. Eso que no falte. Mandamos un besito a Mari Carmen… (risas). La familia, los amigos y las relaciones personales hay que cuidarlas. Es cierto que estamos mucho fuera y es complicado, pero nos entienden y nos apoyan. Además, mola estar con un músico (risas).

-A la hora de componer, ¿os cuesta poneros de acuerdo?

-Cada uno trae sus ideas y luego las adhesionamos. No estamos siempre de acuerdo y claro que salen discusiones. Algunas veces hacemos tres versiones y vemos cuál nos mola más pero no tenemos ningún líder más que nuestro productor.

-¿La ambición podría separar a Tarifa Plana?

-La parcela de la amistad la tenemos muy bien cubierta y no concebimos el grupo sin nosotros cuatro. Siempre estamos anudados con los proyectos comunes, aunque cada uno tengamos nuestras inquietudes. Si algún día alguien tiene la necesidad imperiosa de hacer un disco o un tema aparte…