Clausurado ayer el 16 festival de música Territorios, celebrado viernes y sábado, analizamos los estilismos de artistas, nacionales e internacionales, que han convertido a este evento en una improvisada pasarela urbana donde hay cabida para todos los estilos
Macarena Franco
El Monasterio de la Cartuja ha acogido, viernes y sábado, un Festival que este año se caracteriza por una política de precios muy asequibles para todos los bolsillos. Por la diversidad de los artistas invitados, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo se han congregado muy distintas tribus urbanas y formas de vestir que, indiscutiblemente, encuentran en los artistas el espejo donde se mirarse.
Fangoria, que presentó ayer de madrugada su álbum Cuatricromía, es uno de los grupos pop más consolidados a nivel nacional. Es por ello que su público sea más variopinto y reúna muy variadas tendencias de la moda. El propio disco, que se compone de cuatro grabaciones correspondientes a cuatro colores, refleja el estilo de sus distintos seguidores. Por un lado, el negro muestra el lado gótico de la formación (tendencia que se caracteriza por completos estilismos en negro, caras prácticamente blancas y ojos muy negros tanto para hombres como para mujeres). A continuación, el disco azul, el magenta y el amarillo reflejan, respectivamente, los lados pop, rockero y electrónicos de Alaska y Nacho Canut lo que se refleja en un abanico que abarca desde los modernos, con estrechos pantalones de pitillos, hasta “hipsters” con grandes gafas y miles de superposiciones.
Cambiando totalmente de sonidos, los sevillanos Tote y Shotta, dos de los máximos representantes del hip hop de nuestra ciudad -junto a otros raperos como Lírico o Gordo Master-, han atraído a un tipo de gente que, en su mayoría, opta por ropas muy anchas, zapatillas de deportes y gorras. Así, los “looks” asociados al rap, están plagados de referencias urbanas y guiños relacionados con el mundo del “graffiti” o el “skate”.
Por otro lado, en Territorios también ha habido lugar para varios representantes de algo tan de nuestra tierra como el flamenco fusionado con rock y otras variantes cuyo grupo insignia fue la desaparecida banda “Triana”. En este sentido, el que fuera componente de Los Delinquentes, El Canijo de Jerez, los cordobeses Los Aslandticos -que no tienen límites a la hora de fusionar géneros- o los sevillanos Los Rumbers, son ejemplos de un tipo de música con unos adeptos mayoritariamente ‘hippies’ (en la versión renovada de este concepto) entre los que abundan las barbas cuidadosamente descuidadas, algunas rastas, chalequillos y sombreros…
Como podemos observar, muy diferentes formas de entender la moda, y la vida, las que se han dado cita en el Monasterio de la Cartuja… Sea cual sea en la que más te veas reflejado/a, un último consejo: sé fiel a ti mismo y arréglate como más cómodo te sientas… ¡No te disfraces!