El mexicano, protagonista del musical en España “El Rey León”, avanza en exclusiva para “Sevilla Magazine” detalles del disco, “El hubiera no existe”, que saldrá al mercado el próximo martes
Ricardo Castillejo
Más de 600 funciones en Madrid, todas con el cartel de “No hay billetes”, atestiguan el éxito de un musical, “El Rey León”, por el que, hace dos años, decidió venir a España dejando su ya exitosa carrera en México. Un país, el suyo de nacimiento, donde ha compaginado su carrera de intérprete con la de actor y comunicador y al que ahora volverá para presentar “El hubiera no existe”, tercer álbum de este joven de 27 años al que hemos podido conocer en Sevilla mucho más de cerca.
-¿Qué tal está resultando su experiencia en España?
-Fantástica. Todo están siendo cosas buenas. Mejor de lo esperado. Fíjate el éxito del musical y cómo también me ha respondido Sony, la discográfica que tenía en México y que sigue siéndolo aquí. España me ha acogido como propio.
-¿Por qué ese título para su disco? “El hubiera no existe”…
-Es parte del mensaje. Quería compartirlo. Habla del tiempo y de lo que queremos hacer y cómo debemos hacerlo ahora para no arrepentirnos en el futuro de no haber dicho “te quiero” o de no habernos atrevido con algo. También hablo en otros temas del momento actual. Quería historias verdaderas, de alguien común.
-Va a ser su carta de presentación más personal porque, en “El Rey León”, interpreta un personaje…
-Así es. Uno de los grandes aprendizajes del musical es cómo, cuando las palabras no son suficientes, está la música. El director de Broadway me decía que más que cantar, había que contar la historia. Dejas de preocuparte de cómo suena y te preocupas en decir. Estaré con la función hasta el 30 de junio. Volveré a México y, a partir de ahí, estaré entre los dos países.
-¿Tiene pareja? ¿Habla de amor a alguien concreto?
-No. Soy un soltero empedernido pero nunca solo (risas). No me gustan los compromisos. Así mis “fans” no se me enfadan (risas). Para mí es un tema muy personal. Por eso no lo hablo tanto. Sea como sea el amor es lo más grande que uno puede tener. Quien quiera conocerme, estoy en mis canciones. Ahí está lo que todo el mundo quiera saber. Me resulta más fácil expresar mis sentimientos con la música.
-¿Nota diferencias entre la mujer española y la mexicana?
-(Risas) Bueno, son distintas pero, a la vez, únicas en todo el mundo. Siempre habrá una forma de enamorarlas. Está claro que, en España, con aquello del flamenco y la pasión, existe mucha sensualidad.
-Da igual del sitio, con ese físico, tiene a todas rendidas a sus pies… ¿Mucho gimnasio?
-No tanto como el que pueda parecer aunque me gusta y me desestresa. Aparte, con el papel de Simba lo necesito. Si no, no me cerraría el corsé (risas). Lo que pasa es que lo mismo voy un día que no voy nunca.
-Pero la imagen es fundamental, ¿no?
-Sí. De hecho Adolfo Domínguez me ha elegido como embajador de su línea “U” y, aparte, he participado en muchos eventos de moda. Si puedo estar bien vestido y verme bien, ¿por qué no? A pesar de eso, mi arma es la voz.
-¿Y más allá de los escenarios? ¿Qué hay?
-Escribo canciones (risas). Tampoco tengo mucho más tiempo. Disfruto de mi familia, eso sí. Somos cuatro hermanos y yo soy el único artista.
-¿Le apoyaron en casa?
-Sí. Ellos han sido mi principal fuerza y empuje. Mi papá fue el primero en ayudarme aunque me decían que estaba loco. Mi madre era más escéptica pero, poco a poco, se dio cuenta de que había futuro en esto.