Me habían hablado de ello pero no había tenido oportunidad de verlo hasta que el viernes fui al cine para disfrutar de “Vénom”, el nuevo cómic que ha tomado vida para la gran pantalla y durante la que me llevé el tremendo disgusto de encontrarme con el tráiler de “Escuela para fracasados”. Una de esas absurdas comedias americanas donde se sueltan “perlas” como las de este diálogo entre una profesora y su alumno durante el que ella le dice a él: “Tienes TDAH” (Trastorno de atención). Y él responde: “¿SIDA? A mí nadie me ha metido nada por el culo”.
Claro que, en cuanto uno escucha eso, le dan ganas de coger al director y al guionista de la historia y, como poco, decirle lo imbéciles, incultos y homófobos que son y el daño social que están haciendo con comentarios tan insostenibles y absurdos como ése. Para empezar, esa contestación limita el que uno pueda adquirir esta temida enfermedad por prácticas homosexuales, siendo penetrado por otro hombre y, atención, ¡sin preservativo! Es decir que, en una frase, no solo se carga años de concienciación social para advertir que el SIDA no es exclusivo de los gays sino que a estos, ya de paso, los reduce a esos “desviados”, como dirían seguro los que tienen la forma de pensar para construir historias como la de esta película, que se meten “cosas” por detrás.
Vergonzoso. Lamentable. Triste que exista un señor como Kevin Hart, protagonista y coescritor del argumento, lanzando verborrea de retrasado mental y pretendiendo con eso, ya para remate del tomate, hacer gracia. Ojalá tuviera oportunidad de encontrármelo alguna vez cara a cara para explicarle con detalle lo que me provocó el anuncio de una producción a la que deberían cambiar el título por el de “Escuela para gilipollas”. Al menos así se ajustaría de veras a la realidad.
https://www.youtube.com/watch?v=DsWd2_jh47c