Felipe Vivas y Manuel Carrión son Tolentino Haute Hats, firma sevillana que se enfrenta a Tommy Hilfiger por un logotipo que la gigante de la moda, según nuestros reconocidos sombrereros, se ha apropiado vulnerando sus derechos. Un verdadero espejo del mito de David contra Goliat…
Por Ricardo Castillejo
Comenzaron su camino hace quince años, registrando legalmente hace once el logotipo y el nombre de una marca reconocida nacional e internacionalmente.
Así, sus tocados han sido portada de las más prestigiosas revistas de moda, como “Vogue” o “Elle”, y han sido lucidos por celebridades que van desde Madonna o Lady Gaga a Rossy de Palma o nuestra Naty Abascal, dos de sus mejores embajadoras, pasando por la diseñadora Chantal Thomass. Sin embargo, hace cinco años Felipe Vivas y Manuel Carrión, responsables de Tolentino Haute Hats, se encontraron la desagradable sorpresa de que Tommy Hilfiger estaba usando su mismo logotipo en algunos de sus productos. “Un amigo que trabaja en El Corte Inglés nos llamó para preguntarnos por unos bolsos que había visto con nuestra TH y ahí empezó todo”, nos explica esta pareja que, en la actualidad, se ha reinventado bajo el nombre de “Felipe y Manuel”.
-¿Qué hicisteis cuando descubristeis aquel primer bolso de Tommy Hilfiger?
-(Felipe) Enseguida nos pusimos en contacto con una abogada especialista en patentes, que avisó a Tommy de la situación. Durante seis meses no dieron señales de vida y, mientras, fuimos avisando a la prensa, algo que, cuando llegó incluso a Estados Unidos, sí provocó el que intentaran negociar, ofreciéndonos nuestra compra por una cantidad irrisoria. Por eso decidimos ir a juicio en Barcelona donde, el año pasado, dictaron una sentencia absolutamente desfavorable para nosotros, permitiéndoles a ellos realizar todo lo que quisieran y limitando la producción, en nuestro caso, solo a tocados. Además, nos obligaban a pagar las costas, masacrándonos y tirándonos la moral por los suelos.
-¿Y entonces?
-(Manuel) Decidimos seguir, porque los jueces también se equivocan, e ir al Tribunal Provincial, también en Barcelona, que le ha quitado la razón a la primera sentencia. Según la nueva resolución, podemos hacer sombreros, de hombre y mujer, y cada uno pagará sus costas respectivas. Incluso apunta a que no ve del todo claro la confusión de las marcas, invitando a que sigamos como hasta ahora. Es como dejar la cosa en tablas y que, o negociemos, o vayamos al Supremo, que es por lo que hemos optado. Ojalá éste acepte porque queremos llegar hasta el final…
-(F) Se han portado muy mal y nos hemos sentido los seres más insignificantes de la tierra ante esta gente y ante la decisión del juez de primera instancia.
-Si el Supremo os quita la razón se acaba la lucha…
-(F) Seguiría haciéndolo de otra manera. Los logos son clavados y, además, en el primer juicio decían que no hacían sombreros, algo en lo que han cambiado últimamente, presentando sus piezas solo con la “TH”, un auténtico pisoteo hacia nuestra empresa, pues lo han hecho sin que todavía hubiera salido la sentencia definitiva.
-¿Hubierais esperado, a nivel de autoridades, un mayor apoyo?
-(M) Es que no les corresponde a ellos la ayuda. Es cuestión de abogados. Nosotros lo que queremos ser es seguir llamándonos Tolentino.
-(F) Y que nos indemnicen por daños y perjuicios. Llevo dos años tomando medicación y yendo a un psicólogo.
-(M) La presión está siendo brutal. Nos sentimos indefensos. Registras algo para tener un amparo legal y, al final, no ha servido para nada. Algún organismo nacional entendemos que debería defendernos pues, desde hace mucho, en desfiles, libros y otras publicaciones, en publicidades… hay constancia de nuestro trabajo y nuestra existencia.
-Habéis sido los primeros sombreros españoles en conquistar la Alta Costura en París… ¿Nunca os habéis planteado nunca dejar Sevilla?
-(F) No. Nos han invitado a abrir en la madrileña calle Serrano, pero preferimos quedarnos aquí. Nunca se sabe, pero tampoco nos ha hecho falta.
-¿Qué diferencia vuestro producto de otros?
-(M) Un sello muy personal, que define a una mujer moderna y segura que apuesta por lo diferente. No es tan comercial como moda, con piezas artesanales y especiales que no encuentras en otro lado. Tal vez ése haya sido el secreto de que tantos referentes se hayan fijado en nosotros.