La diseñadora presenta su colección, “La ciudad de la luz”, en un entorno tan especial como los restos de la ciudad árabe cordobesa Medina Azahara donde, por vez primera en su historia, ayer tuvo lugar un desfile de moda.
Por Ricardo Castillejo
Hace tiempo que las pasarelas se convirtieron -por necesidades del mercado-, en una presentación de trajes ponibles de boda, fiesta y comunión. La MODA cuesta dinero y, tal y como están las cosas, es lógico que los diseñadores no puedan hacer una gran inversión en colecciones fastuosas que lo mismo luego, a la hora de vender, se quedan colgada en los percheros, buscando la clientela opciones más económicas y más prácticas. Pero, como dice el refrán, quien no arriesga, no gana.
Por eso es doblemente plausible la iniciativa de ayer de CODE 41, Semana de la Moda de Andalucía que se inauguró nada más y nada menos que en Medina Azahara y con Juana Martín como desfilante.
Una profesional que, desde Andalucía, rompe barreras con su diseño y que lo mismo la aclaman en Nueva York que en París, donde suele desfilar despertando la admiración de los entendidos en la capital, por excelencia, de este sector. Y no es para menos.
Ayer, en mitad de esta pandemia llena de malas y feas noticias, el reducido aforo de privilegiados espectadores que tuvimos la suerte de asistir a este pase disfrutó de un pequeño avance de un trabajo impecable donde la seda y el cristal brillaron con luz propia. Rosas, camel, azules bebés y la siempre infalible combinación de blanco y negro fueron los hilos conductores de una ropa con un marcado acento del Sur -gracias a la reinterpretación de volantes, lunares, sombreros de ala ancha-, pero con un espíritu tan universal como el entorno donde tuvo lugar la cita.
Fantásticos los looks de las modelos con varias trencitas traseras y laterales y la multitud de detalles en patrones en los que, el juego de volúmenes tan característico de Juana, fue un soplo de aire fresco hacia la esperanza del regreso al menos a parte de esa vida más libre que, con el Covid-19, se quedó en estado de pausa.
Si la historia la escriben los valientes, está claro que esta mujer cuenta ya con un nombre destacado en la nuestra más reciente. Enhorabuena.