Anoche se celebró la cena solidaria del “Festival Starlite” con un evento que contó con Antonio Banderas y Melanie Griffith como anfitriones y un innumerable número de famosos entre los asistentes
Ricardo Castillejo
Cada fiesta es reflejo de quien la organiza y, en este caso, nos encontramos no solo ante el que, sin duda, es el evento más “glamouroso” del verano, por un lado (como corresponde a la categoría de los anfitriones que lo auspician) sino, a la vez, frente a una cita dotada de un agradable espíritu familiar acorde también al amor, la sencillez y la cercanía que desprenden Antonio Banderas, que cumplía 53 años ayer, y Melanie Griffith, que lo había hecho un día antes. Así, la cena solidaria del “Starlite Festival” de Marbella–cuyos fondos tienen, entre otros destinatarios, la Fundación Lágrimas y Favores, fundada por el actor malagueño-, acogió anoche a muchos rostros conocidos –y otros anónimos- que, sobre todo, acudían con intención de ayudar. “Si todos unimos nuestras energías en un sueño común, éste tendrá más fuerza”, comentaría más tarde una emocionada Melanie, de Versace, tras recibir un premio “sorpresa” de manos de su adorado esposo.
Antes, un menú diseñado por el jurado del programa Masterchef, en el que destacó el “Ajoblanco con coco y sandía” o el “Sorbete de melón, Grey Goose y menta”, y otros galardones como el “Premio Internacional Latino 2013” (Banderas); la “Trayectoria Starlite” (Uta Ohoven); el “Premio Compromiso Starlite” (Kike Sarasola); el Premio Corazón Starlite (Eugenia Martínez de Irujo, que evitó hacer declaraciones a la multitud de medios presentes); el “Premio Vida Starlite” (Miguel Bosé, muy implicado con la causa del Sida); o el “Premio Filantrópico” a Valeria Mazza, madrina también de la velada la cual confesó que, más allá de las pasarelas y su carrera de dos décadas como modelo, su auténtica vocación siembre había sido ayudar a los demás.
Presentada por Anne Igartiburu e Imanol Arias, la fantástica puesta en escena que se dispuso en la Cantera de Nagüeles también celebró una subasta para recaudar fondos –que se sumaban a los de los cubiertos en sí- gracias a regalos tan atractivos como el reloj de mano de Banderas (que él había entregado al recibir otro que, por su onomástica, se le había preparado), entregado por quince mil euros; las fotos hechas por el “señor de negro”, de “El Hormiguero”, a Alejandro Sanz, Antonio Banderas e Imanol Arias, por las que pujó 26 mil euros Valeria Mazza con la condición de que se le sumara una suya; un tentadero en casa de Enrique Ponce y Paloma Cuevas, que alcanzó los 24 mil euros; un maravilloso abrigo de visón de Elena Benarroch, vendido en 22 mil euros; unos guantes firmados por Fernando Alonso, cinco mil euros; o una clase magistral con Arantxa Sánchez Vicario, por tres mil euros. Sea como sea, lo más original fueron los cinco minutos de conversación en privado (con Melanie como testigo) que una señora pidió a Antonio y que él concedió encantado a cambio de la nada desdeñable cantidad de siete mil euros.
Como atento testigo de excepción, el mencionado Alejandro Sanz que, mano a mano con su amigo Antonio, deleitó a los alrededor de 500 espectadores con una inolvidable versión de “Esta tarde vi llover”, de Alejandro Manzanero. Después, ese himno que es “Corazón partío” hizo que se sumaran en el escenario Marta Sánchez, que confesó su admiración a Melanie y al amor que ella y su marido se profesan, Sara Baras, quien había abierto la gala bailando, y Antonio Carmona, al que, una vez más, no dejó de acompañar su simpática mujer, Mariola Orellana.
Enfrente, como espectadores de excepción, desde Laura Sánchez, de Antonio García, y su pareja, David Ascanio, a Patricia Rato o la mencionada Paloma Cuevas pasando por Juan Antonio Bayona, director de “Lo imposible”, Soraya y su amor, Miguel Ángel Herrera, Eva González y Cayetano Rivera (que no posaron juntos), Jordi Mollá, Carmen Lomana, el actor Miguel Ángel Muñoz, Carlos Marín, de “Il divo”, y su ex, la espectacular Innocence, Mariló Montero, Pasión Vega, Juan Peña, Gunilla Von Bismarck y Luis Ortiz, Beatriz Trapote, Marisa Jara, María José Suárez o María Pineda.
Un carrusel de figuras que iluminaron con su luz de “estrellas” ese mismo cielo al que también miran muchos necesitados del mundo que, gracias a iniciativas como ésta, pueden optar a una vida mejor. Un noble propósito impulsado por la empresaria Sandra García Sanjuán del que todos debemos sentirnos orgullosos.