Ahora que se acerca la Semana Santa en nuestra tierra me permito recordar una frase de Jesucristo que, con frecuencia, suele olvidarse (como casi todo el mensaje que Él vino a traernos). Y es que, ante las posibles críticas sociales que pudieran hacerle a que María Magdalena, sabiamente, proclamó: “Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
Pues bien, con los personajes populares sucede esto con frecuencia ya que parece que, por el hecho de estar a la vista de todos, tenemos derecho para juzgarlos sin, la mayoría de las ocasiones, ser nada justos con ellos. Me refiero en concreto al caso de nuestro paisano Falete que, en estos días, se haya inmerso en un programa, “Splash”, en el que mostrará sus cualidades a la hora de hacer saltos a piscinas olímpicas desde gigantescos trampolines.
El sevillano, quien me confesaba hace poco que no le da ningún miedo eso de lanzarse al vacío, ya ha sido objeto de críticas con frecuencia por sus apariciones en televisión las cuales, con independencia de que hayan sido más o menos acertadas, no debieran dejar en un segundo plano lo que Falete es en realidad: un gran artista. Y hoy, lamentablemente, si no apareces en la pequeña pantalla, no existes y, si no entras en el lenguaje del “show business”, no eres nadie puesto que, ni con los discos ni, algunas veces, con los conciertos uno llena el frigorífico.
Así que disfruten de las personas sin prejuicios y demos siempre un voto de confianza antes de lanzarnos a la yugular de los demás. Nunca se sabe si, mañana, nosotros podemos ser el objetivo de otro.