Nathy Peluso la ha recordado esta semana en los Goya pero, aunque las comparaciones son odiosas, Sara Montiel, que hoy habría cumplido 93 años, es muy difícilmente superable
Todo el mundo comenta la actuación de Nathy Peluso en los Premios Goya. La argentina afincada en España fue invitada por Antonio Banderas para reinterpretar “La violetera”, la joya musical que Sara Montiel cantaba en la mítica película de 1958 en la que la manchega volvía a dejar buena cuenta de su belleza en la Gran Pantalla. Considerada el rostro más hermoso de nuestro cine, Antonia, su auténtico nombre, habría cumplido hoy 93 años, fecha que nos vuelve a servir para confirmar que, pase el tiempo que pase, su estela es eterna.
La versión sexy de Peluso no ha dejado indiferente, aunque está claro que, la pureza de “la” Montiel, en todos los sentidos, es muy difícil de superar. Y eso que ninguna de las dos posee una gran voz pero, más allá de eso, Sarita poseía un magnetismo que sedujo a varias generaciones y que, hasta el final de sus días, le acompañó. Una “estrella” a la antigua usanza de la que interesaba todo: sus matrimonios, sus romances, su maternidad… hasta sus excesos de diva que, en ella, quedaban naturales. Solía comentar ella que nunca fue a un supermercado. Lo suyo era trabajar en el cine, en el teatro, en la televisión… Hacerse fotos, maquillarse, atender a los periodistas y a sus admiradores. Nacida para el éxito, fue protagonista de títulos como “El último cuplé”, uno de los rodajes más taquilleros de nuestra historia cinematográfica y la consagración definitiva de Saritísima, a la que nunca podemos dejar de olvidar. Menos, en su cumpleaños.