Más allá de haber ganado el Goya 2012 por su canción “No te puedo encontrar”, de la banda sonora de “Blancanieves”, la catalana posee un personalísimo estilo musical junto a una encantadora personalidad
Ricardo Castillejo
Tiene 30 años y es una de las “revelaciones” musicales de los últimos tiempos, sobre todo, a raíz de la obtención del Goya a la Mejor Canción por su participación en “Blancanieves”. Silvia Pérez Cruz, madre además de una niña de cinco años, posee una rica trayectoria llena de importantes colaboraciones y con etapas tan importantes como la que pasó en el grupo “Las Migas”. Ahora, en solitario, se adentra en el universo de “11 de noviembre”, álbum del que ha vendido más de 20 mil copias y donde hace gala de una sensibilidad exquisita con la que emociona a todo aquel que la escucha.
-Seguro que todo el mundo se lo pregunta pero, ¿qué ha supuesto el Goya en su vida?
-Me han abierto la puerta a mucha gente y es curioso que haya sido algo flamenco cuando llevo un año con este disco que no tiene nada que ver con eso. Me gusta esa dualidad buscando siempre un estilo propio. El flamenco no lo conocí hasta los 18 años y es algo muy bestia. Mi abuelo era amigo de Carmen Amaya pero yo lo que hice en Barcelona fue licenciarme en canto-jazz porque me gustaba la improvisación. Luego conocí andaluces y me fueron enseñando.
-Creo que había antecedentes familiares como artistas, ¿no?
-Bueno, mis padres cantaban juntos. Mi madre se decantó por la historia del arte (que me vino muy bien porque ésa era mi infancia: saxo, piano, baile, escultura…) y me enseñó a tener un discurso. Mi padre era guitarrista autodidacta. No podía vivir de eso pero sí era su pasión.
-¿Qué tal lleva tanta expectación en torno a su persona?
-Lo veo como un regalo sin más. No me hace sentir ni que lo hago mejor, ni peor. Me esperan vivencias nuevas pero no noto la presión de fuera. Al final es todo casualidad.
-¿Es más Blancanieves o “madrastra”?
-Blancanieves. Sin duda (risas). Pablo, el director me decía que Blancanieves era yo…
-¿No cuida ni le preocupa la imagen?
-Hay que cuidar todo pero uno es más guapo cuando por dentro lo tiene todo arregladito. Prefiero la belleza gestual. La admiración a la envidia. He entendido que lo mejor que tengo soy yo… a pesar de mí misma.
-¿Es ingenua?
-Pero no tonta. En el plano artístico hay algo virgen y eso me encanta.
-¿Su hija sabe a lo que se dedica?
-Sí. Tenemos una relación muy fuerte. Cuando menos tiempo pasas con alguien, más intentas aprovecharlo.
-¿Cómo contempla el amor y las relaciones sentimentales?
-Soy de parejas largas, eso seguro. Hay que buscar la posibilidad en esa persona. Es el misterio, donde está todo. Lo que nos vuelve locos, nos prende, nos emociona…
-¿Y más allá de la música? ¿Qué hay?
-Pues fotografía, pasear, los problemas de lógica, conocer personas… Soy muy nostálgica pero también me gusta disfrutar el momento. Estoy donde quería estar. Lo importante no es el objetivo, sino la manera. He hecho cosas arriesgadas que sentía. Eso es el éxito.