El diseñador, con dos décadas de experiencia, ha reaparecido en la pasarela de SIMOF EGO, Salón donde, en 2004, presentó colección como novel. Con su atelier en Gines, Alberto Mattey propone una revisión del concepto tradicional de la flamenca dentro, en esta ocasión, de la gama de los pasteles
Por Ricardo Castillejo
Cuenta con premios en su trayectoria como el que le otorgaron en 2005, representando a Andalucía Occidental, en Madrid, ciudad en la que ha aprendido mucho y donde, en 2007, se le reconoce con el galardón a la mejor colección en la XIII edición de los Premios Nacionales a la Moda para Nuevos Diseñadores. Luego, volvió de la capital para, desde la localidad sevillana de Gines, atender, con modelos exclusivos, a una clientela que, en realidad, nunca ha dejado del todo. Con un camino profesional que inició en el 2000 con las novias, el abanico de Alberto Mattey abarca ceremonia, fiesta y flamenca, sector para el que acaba de presentar, en SIMOF EGO, Volver, su nueva apuesta.
-¿Cómo es tu prototipo de flamenca?
-Tiene que tener raíces tradicionales. Por eso, aunque intento actualizar mis tejidos, el patrón no lo pierdo.
-¿Cuáles son las características entonces de “Volver”? ¿Por qué materia prima has apostado?
-Por el viscoelástico, que se adapta muy bien al cuerpo y es muy cómodo de llevar, y las tiras bordadas, que aportan ese toque añejo que no se debe perder en el traje de flamenca. En cuanto a colores he optado por la gama de los pasteles como, por ejemplo, rosas, verdes o malvas. Es una firme apuesta por los nudes, muy sutil a la vez que femenina, ya que las telas están perfectamente adaptados a la silueta. En cuanto a volúmenes, me quedo a la mitad, no suelo utilizarlos en exceso porque considero que el vestido tiene que ser “ponible” y ligero, ya que las mujeres en la Feria deben tener facilidades para ir al baño, cuando comen o beben -que no deben de sentirse hinchadas-, para andar por el Real -que cuesta con el albero-….
-En estas dos décadas, ¿te has dedicado solo a hacer encargos de manera más privada?
-Sí, he trabajado por mi cuenta y, sobre todo, me he dedicado a estudiar y practicar con mis propias clientas, llegando un momento en el que me siento seguro para poder ofrecer a cualquier persona lo que me pida y sabiendo que voy a hacerlo bien. En este sentido, me encanta la clase que tiene una mujer de cincuenta y sesenta años y me apasiona la juventud que desprende la niña de veinte.
-¿Te gusta tener la cercanía en el trato?
-Por supuesto. Para mí, es fundamental que la flamenca salga de mi taller contentísima con el vestido que lleva pues, si no es así, no lo he hecho bien del todo. Me gusta dar mi toque personal sobre la idea preconcebida que llevan, y al final, deben estar muy a gusto y sentirse ellas mismas.
-A veces, cuando se habla de piezas personalizadas se puede pensar que son bastante más caras…
-Para nada. Soy muy justo, pero es cierto que el precio aumenta según la dificultad y las horas que dediquen, sumando, claro está, el costo de la tela.
-¿Ilusionado tu reaparición en SIMOF?
-Sí, sobre todo cuando la gente me pregunta sobre los diseños y se interesan por ellos. Eso me motiva mucho. Además, siento mucho respeto porque llevo ocho años sin hacer pasarela y sé que tengo que dar lo mejor de mí para no defraudar a nadie. Estoy contento, también, porque las modelos en las pruebas me han dicho que se sienten muy bien con los trajes y eso me hace estar satisfecho.
-¿Te preocupa la competencia?
-Para nada. Creo que todos los que nos dedicamos a este mundo tenemos nuestro público y éste es libre de elegir a quien quiera. Habrá épocas mejores y peores en cuanto a ventas, pero las clientas saben muy bien quién es su modisto.
Alberto Mattey
Cita Previa
C/ Real,19 Gines (Sevilla)
Tf.: 600083142
Instagram: albertomateyatelier
