Este diseñador, a sus 36 años, es un referente a nivel local especializado en el sector nupcial, destacando sus vestidos de novia, madrina e invitadas. Su última colección presenta a una mujer bastante femenina, sensual -destapándose un poco más a través de encajes o transparencias-, y donde destacan flecos y lentejuelas. Un estilo bastante personal y único con el que, cada temporada, siempre se encuentra innovando y experimentando.
Aunque trabajaba como auxiliar de laboratorio como control de calidad, siempre estaba en constante búsqueda de algo que realmente le llenaba. Y de forma casual llegó al mundo de la moda. Pero quiso hacerlo bien y conocer todo el proceso de creación de una prenda desde el principio, asentando bien todos los cimientos de la confección y el diseño.Así, terminó sus estudios en Sevilla de Moda en el año 2010 y, tras hacer un máster en la escuela LCI Felicidad Duce de Barcelona, se lanzó directamente a montar un atelier que, tras un tiempo, tuvo que cerrar para replantearse la situación. Más tarde, estuvo un año en Victorio y Lucchino y después terminó en una empresa de tejido, oficios siempre relacionados con el mundo de la moda. En 2014 se presentó al certamen de diseñadores noveles de SIMOF,coronándose como lo mejor de esa edición, punto de inflexión que desembocó en la apertura de su propia tienda en Dos Hermanas, la cual acaba de renovar y donde atiende de una manera personalizada y exclusiva a cada clienta.
-¿Cómo es el proceso desde que una clienta se pone en tus manos?
-En mi estudio suelo tener una colección expuesta al público. Si a la clienta le gusta algún modelo en concreto, se le adapta y se lo lleva directamente. Pero casi todos los encargos son a medida, ya que se buscan diseños exclusivos.
-¿Cuál consideras que es tu estilo?
-No creo que tenga un sello muy marcado. Cada temporada hago una colección base en la que tampoco puedo innovar demasiado, ya que cuando tienes un negocio, debes adaptarte un poco a lo que se lleva en ese momento, algo que marcan evidentemente los grandes. Pero si tengo que describirme de alguna forma, lo haría como alguien bastante moderno y transgresor, huyendo un poco de lo clásico y acogiéndome a las tendencias más arriesgadas.
-Entonces, ¿te consideras encorsetado por la industria?
-Sí, uno al fin y al cabo se limita por lo que se lleva, pero también por su zona de mercado. Y Sevilla es una ciudad bastante tradicional en la que tampoco te puedes salir mucho del concepto más clásico. Se hacen algunas prendas para luego usarlas en shootings o algún desfile, pero luego eso no se vende. Por esto mismo siempre intento estar moviéndome y presentando propuestas más arriesgadas y creativas en pasarelas.
-¿Sevilla se te queda pequeña?
-No exactamente. Suelo hacer varias cosillas para Barcelona o Madrid, pero distinto es presentar colección en la capital. No es tan sencillo, sobre todo por el tema económico por lo que, aunque soy bastante conocido a nivel local, tampoco tengo los medios para acudir a la Madrid FashionWeek. También te digo que no es una de mis metas prioritarias como profesional. Antes preferiría que mis vestidos se los pusieran Lady Gaga o cualquier otra celebrity.
-¿Cuál es la clave para ser un buen diseñador?
-Es fundamental que tenga una buena formación y muy buen criterio. No puedes mandar a coser una prenda, hacer un corte o exigir cualquier cosa si tú mismo no sabeshacerlo. También es muy importante tener creatividad y ser bastantes legales, en el sentido de centrarte en tus propias piezas y no robar diseños ni ideas a los demás. Una persona que carezca de creatividad, y solo quiera sacar provecho como empresario de moda, realmente no pertenece a este mundo ni es bueno para el sector. Es muy injusto que estés quebrándote la cabeza en el estudio para sacar cosas realmente originales y luego llegue cualquier firma barata y te copie un vestido haciendo su propia versión lowcost.
-¿Eso es muy común en el sector?
-Muchísimo. Hay bastantes “piratillas”, sobre todo a nivel local. Pienso que, si necesitas inspirarte en algo,hay fijarse en los grandes de fuera, no en los compañeros de tu propia ciudad. La competencia que hay entre los diseñadores de aquí es completamente desleal, y te lo digo porque lo he vivido en primera persona. En SIMOF yo desfilaba un jueves y el sábado pude ver en otro desfile el mismo complemento que usé y utilizado de la misma manera. Y así montones de cosas. Lo único bueno que saco de esto es que, si te copian, es que sirves de referente y que mi trabajo será bueno, pero fastidia bastante.
-¿Para quién diseña Alex de la Huerta?
-Mi público suele ser generalmente joven, al contrario que en otras muchas firmas. Quizás ese punto arriesgado en mis colecciones es lo que llama la atención a la clientela más joven antes que a las mayores
-Entre novias, flamencas y calle… ¿con qué te quedas?
-Pues de las flamencas casi que me he retirado. Estuve muchos años haciéndola, pero llegó un punto que me di cuenta de que, a mí personalmente, no me salía rentable. De hecho, la flamenca, aquí en Sevilla, solo les funciona a las costureras y a las tiendas de tejidos. Los diseñadores no pueden sobrevivir solo dedicándose a eso, pues hay muchísimas costureras que te hacen un traje completo por unos 100 euros, y además las telas han dejado de ser exclusivas al venderse también al público general. Certámenes como SIMOF son geniales como lanzadera para nuevos talentos y para darse a conocer, pero como feria de mercado y venta no funcionan. No se hacen clientes allí. La gente solo va a ver muestras, a coger ideas y copiar, no para comprar diseños exclusivos como los míos, sino para inspirarse en ellos para luego hacérselos por otro lado. Una verdadera pena.
Alex de la Huerta
C/ Fernán Caballero Nº4
41701 Dos Hermanas, España
Móvil: 629 45 17 51
