Confinado en su vivienda de Madrid, el gallego reflexiona sobre la situación actual, en torno al coronavirus, coincidiendo con el lanzamiento de su nuevo single, “Gentleman”, un irónico retrato de la superficialidad en las relaciones de hoy día
Por Ricardo Castillejo
Habla claro. Para bien… y para mal. Una autenticidad que le ha hecho tener una gran legión de admiradores, pero, a la vez, también de detractores algo que, lejos de preocuparle, lo asume como parte del precio a pagar por su claridad de discurso. En una etapa en la que todo gira en torno a la crisis del coronavirus, Cepeda nos brinda un oasis musical, bajo el título de “Gentleman”, con el que reflexionar sobre la superficialidad que reina en las relaciones actuales. Un paso adelante en una carrera donde pisa fuerte y sin límites y en la que el siguiente proyecto será su gira, “Con los pies en el suelo”.
-Bueno, pregunta obligada… ¿Cómo estás llevando el confinamiento?
-La verdad es que soy bastante casero con lo que, en ese sentido, no lo estoy notando demasiado. Y comida tengo para dos semanas…
-¿Te afecta la preocupación colectiva? ¿Intentas, quizás, ver menos noticias?
-Lo que sigo es al presidente del Gobierno por twitter y lo que se publica, en general, por ahí. Todo es cien por cien el virus y eso agobia un poco, por lo que leo lo necesario.
-Dicen que esto marca un antes y un después en nuestra existencia… ¿Lo sientes así?
-Yo creo que la mayoría se lo va a tomar como unas vacaciones y después seguirá haciendo lo que le sale del “papo”. Ojalá que no fuera así y esto fuera un parón para darnos de lo importante en la vida, del cambio radical que necesita el planeta en cuanto a todo lo negativo que pasa en el mundo. Por desgracia, no creo que suceda…
-¿Qué es importante para ti?
-Lo más, buscar tu propia felicidad, estar contento con lo que haces, disfrutar y hacer disfrutar a los demás sin tener pensamiento negativo sobre nadie (y si está, dejarlo aparcado y olvidarlo).

“Hay quien no ha nacido para otra cosa que para criticar y, aunque tuviera otro carácter o estrategia, seguirían en las mismas”
-¿Y el lanzamiento de “Gentleman”, ahora precisamente que todo está parado…?
-Estaba así programado y ha sido casualidad. Se podría haber pospuesto, pero yo, cuando tengo algo, lo quiero soltar. Lo que pasa es que se han cancelado muchos compromisos, como promoción en los Premios Dial, en “Operación Triunfo”, íbamos a ir a Argentina…
-¿Eres de los que piensan que la música puede cambiar vidas?
-No cambiar sino, más bien, ayudar. Hay mucha música que es terapéutica, que te saca de donde no quieres estar y te lleva, igual que un libro, a otro lugar.
-¿Cuánto tienes tú de “caballero”?
-¿De “Gentleman”? Poquito… (risas). Es un poco crítica para quienes tienen ese tipo de “postureo”, a las relaciones o amistades de redes sociales, a quien se cree más que los demás por tener determinado número de “followers”…
-¿Hay lugar actualmente para la autenticidad?
-Poco, la verdad. Sobre todo, en el entorno donde me muevo de artistas, influencers, instagramers… Ahí hay poco, aunque también encuentras personas que hacen lo que hace porque lo aman de verdad, no por dinero.
-¿Tú has pagado algún precio por ser auténtico?
-Intento ser como siempre pero claro, pago el precio de los que odian mi personalidad o por no ser lo que otros quisieran que fuera. Hay quien no ha nacido para otra cosa que para criticar y, aunque tuviera otro carácter o estrategia, seguirían en las mismas.

“No tengo temor a pasar de moda. A mí, mientras pueda vivir de esto, no me importa. Vengan veinte o dos mil a un concierto”
-Ya que está el tema y el videoclip en la calle… ¿Cuáles son tus sensaciones al escucharte o verte? ¿Piensas eso de “¡Qué bien lo hago!”?
-(Risas) Hombre, en “Gentleman” percibo una evolución en mí, el sonido -que querría haber hecho antes-, para el segundo disco, un poco más cañero, más canalla, más enchufado con espectadores en una sala. Y claro, me gusto más que en lo anterior, pero soy bastante autocrítico.
-Te conocimos a través de “OT” y, como sabemos, de este tipo de formatos televisivos, salen de continuo nuevos rostros. ¿Da miedo que puedan olvidarse de uno?
-Más que miedo es realidad. He tenido una oportunidad que muchos se la merecen más que yo. He sacado un disco y ha funcionado, pero no tengo temor a pasar de moda. A mí, mientras pueda vivir de esto, no me importa. Vengan veinte o dos mil a un concierto. Tengo, como es normal, un “plan B” pero quiero centrarme en la música y no pensar, que espero no pase, que nadie me escuche. Sea como sea, hice diseño industrial y me encantaría, por decirte algo, poder crear mobiliario.