El director y actor rompe las taquillas con “Padre no hay más que uno 2. La llegada de la suegra”, el estreno que se sitúa en el puesto número uno de la taquilla española y que nos ha permitido charlar con el que es uno de los iconos del cine español actual.
Por Ricardo Castillejo
Si con la saga de “Torrente” hizo historia, con “Padre no hay más que uno”, no se queda atrás. Santiago Segura es como un “rey Midas” de nuestro cine donde, con proyectos de entretenimiento como el que tiene entre manos, subtitulado “La llegada de la suegra”, hace que los espectadores se animen, a pesar del coronavirus, a salir de sus casas y acudir a las salas para pasar, ante todo, un rato divertido. Con solo esto, nuestro entrevistado se da más que por satisfecho…
-En unos días más de cinco millones de euros y un millón de espectadores en taquilla… ¿Cómo asumes estos datos?
-Con mucha alegría porque, la verdad, con todo lo que está pasando el miedo era grandísimo. Teníamos la incertidumbre de si la gente volvería a los cines pero, por suerte, parece que sí, que con todas las medidas de seguridad e higiene, todo el mundo se ha animado. Las salas están llenas a todo lo que se pueden llenar ahora porque, la nueva normalidad, es una puta mierda. Lo tenía que decir… Uso la mascarilla porque hay que dar ejemplo, pero es asfixiante y voy ahogado todo el rato. Parecemos Ninjas…
-¿No te pesa el que, cada nuevo proyecto, tenga que superar en éxito al anterior?
-No. Lo que me pesaría sería hacer un trabajo y que no llegase. Las cifras, en realidad, me dan un poco igual. Me llena más cuando me dan las gracias por algo que hago para vivir. Ésta es una película amable porque el cine también es un vehículo para olvidar lo que nos está pasando.
-Está claro que conoces las claves para que una producción funcione… ¿Cuáles son algunas de ellas?
-Lo más básico y lo más simple es partir de que a mí, como persona más o menos normal que soy, me tiene que gustar. Cuando estoy rodando, escribiendo, el resultado tiene que hacerme reír, dejarme satisfecho.
-En “Padre no hay más que uno 2” hay muchos niños…
-Cinco, un perro… y Loles León (risas). No es ni una niña, ni una perra, pero es una máquina, una de las mejores actrices que tenemos en España, con una increíble vis cómica. Cualquier diálogo que escribas, lo mejora. Igual que Toni Acosta, que me parece la mujer y madre ideal. Los niños son muy eclécticos, cada uno con su personalidad. Martina, por ejemplo, tiene nueve libros, un disco, una línea de perfumes… Hitchcock decía que, en cine, niños y animales mejor que no. En lo segundo estoy de acuerdo, pero, con los primeros, hemos tenido mucha suerte. Loles comentaba que ya quisieran muchos intérpretes tener la profesionalidad de estos. Seguiría con ellos hasta que hicieran la mili…
-¿Y ellas? Porque Loles, Toni, Silvia Abril, son pesos pesados… ¿Se dejan dirigir?
-Son estupendas. Yo parto de que solo trabajo con buena gente, personas que me hagan la vida agradable y no me dificulten las cosas.
“A Belén Esteban me encantó conocerla porque es muy diferente a la imagen que da por televisión. Y lo mismo me pasó con Kiko Rivera, al que veía más frívolo y que, sin embargo, se implicó al máximo”
-Eres actor y director… ¿Quién te corrige si algo tuyo está mal?
-Hay un aparato para comprobar la toma y luego tengo a mi ayudante, Sara, que es implacable, igual que otros miembros de mi equipo que me asesoran.
-Sueles contar para tus carteles con nombres actuales de la vida social como Belén Esteban o Kiko Rivera, que han dado el salto a la Gran Pantalla gracias a ti… ¿Alguno con el que no repetirías?
-Me ha ido muy bien con personajes que no forman parte de la industria y que, en sus escenas, han estado muy graciosos. A Belén me encantó conocerla porque es muy diferente a la imagen que da por televisión. Y lo mismo me pasó a Kiko, al que veía más frívolo y que, sin embargo, se implicó al máximo. O Jesulín de Ubrique, que quería salir también por la “puerta grande” como actor… Forma parte de una estrategia para divertir al espectador. En “Padre no hay mas que uno 2” he incluido a Cristina Pardo. Es como un aliciente.
-Dicen que preparas una película con María Teresa Campos, Terelu y Carmen…
-No sé… Tendré que ir a “Sálvame Deluxe” a dar la noticia… (risas).
-Tienes dos hijas, Calma y Sirena, ¿te has visualizado como futuro suegro?
-Sería como Robert de Niro en “Los padres de ella”. Lo de los novios no me hace gracia y me cuesta. Nadie me parece suficientemente bueno…
-¿Y lo de incluirlas en el reparto?
-Llegamos a un consenso. Era un obseso de mi intimidad y no quería ni que se supiera que tenía hijas, pero estaba luchando contra algo imposible. Querían estar ahí y yo pensé que, si dentro de treinta años veían la película, les daría pena que no hubiera contado con ellas. Es un recuerdo bonito para cuando no esté.
-Sueles incluir a Sirena en tus publicaciones en Instagram…
-Es que le apasiona. No tiene redes, pero se las inventa y cree que tiene un canal de youtube. Se graba con el móvil de su madre y es muy imaginativa. Fíjate que Martina empezó así a los diez años y ahora tiene cuatro millones de seguidores…
