A sus 22 años recién cumplidos, Agoney vive un momento dulce, disfrutando del éxito de su música y del amor de su pareja, Marc Montojo
Ricardo Castillejo
Su videoclip, “Bangover”, ha sido una auténtica revolución, por lo explícito de sus imágenes y por suponer un paso más en un camino al que Agoney no deja de sumar éxitos como, más allá de su participación en “Operación Triunfo”, la victoria en la última edición de “Tu cara me suena”, concurso en el que ha demostrado poseer una de las gargantas más privilegiadas de nuestro país.
-Desde luego que este año no te puedes quejar… Ganas “Tu cara me suena”, nuevo disco, nuevo amor…
-Imagínate… Lo de la victoria en el programa es de locos… Un concurso que yo veía desde hace mucho tiempo y en el que, para participar, lo primero que tienes que ser es famoso con lo que, ¡cuántas vueltas ha tenido que dar todo! ¿Quién me lo iba a decir? Y ahora, con “Bangover”, muchas ganas de bailar…
-Te están preguntando mucho sobre sexo, liberación sexual… ¿Vienes a agitar conciencias?
-Es que la gente se agita muy fácilmente porque, ¿quién no folla? Bueno, sí que hay quien no lo hace y lo siento por ellos pero yo, sí. Follo y hablo de eso. Y si me enamoro o me desenamoro, también. Quien escriba canciones tiene que hablar de lo que siente.
-¿Lo del sexo es por tener pareja o sin ella también lo practicas con asiduidad?
-Hombre, uno solo también puede hacerlo. Yo soy muy autosuficiente…
-Has demostrado que tienes una voz única, con muchos registros y muchas posibilidades, pero no basta solo eso para triunfar, ¿no?
-Supongo. Si lo supiera hace bastante que me habría apuntado a unas clases. Lo único que he hecho en la vida es trabajar, crear música y cuidar mi garganta, por supuesto. Claro que influye la suerte, aunque al final es lo que decidas. Hay much@s que cantan bien pero pocos dispuestos a sufrir tanto por esta carrera.
“Yo publico un desnudo en Instagram antes que me extorsionen por ello. En realidad, a los que me siguen no les interesa mi vida privada y me protegen mucho”
-A Pastora Soler, el exceso de celo con su instrumento le pasó factura… ¿Dónde están tus límites en este sentido?
-Soy muy responsable pero también tengo mucha conciencia de la salud mental, a pesar de que a veces las circunstancias te superen. Ojalá tenga una trayectoria tranquila mentalmente, aunque loca a nivel geográfico y todo eso. Lo que yo deseo es una carrera discográfica, y de ahí no me voy a salir y, aunque haya hecho cosas de tele, no me veo en un “Supervivientes” o un “Gran Hermano”.
-¿Cómo actor te verías?
-Sí. De hecho, me encantaría. Sería muy divertido y tendría que aprender tanto que, si alguien me lo propone, que sea con tiempo…
-¿Aceptarías un desnudo llegado el caso?
-No, eso no. Soy muy pudoroso. No hablando, porque en mi boca no existe, pero sí para mi cuerpo. Tampoco tengo un físico de escándalo para que enseñarlo al mundo…
-¿Y si te pasara como el famoso robado-pactado de Marta Sánchez?
-¡No sabía de aquello! Pero yo publico un desnudo en Instagram antes que me extorsionen por ello. En realidad, a los que me siguen no les interesa mi vida privada y me protegen mucho y, si el periodista rasca un poco, se enfadan con el medio. No vivo la música ni por el dinero, ni por la fama. Si fuera así no habría sacado un disco como “Libertad” o un vídeo como el de “Bangover”, junto a mi novio.
-¿Eso no se termina pagando por parte de la industria?
-Cada uno es dueño de su vida y yo al menos sufriría mucho no siendo quien soy. Desde pequeño me enseñaron que la libertad, y ser tú mismo, es lo más bonito que hay.
-Volviendo al videoclip de “Bangover”… ¿Eres tan abierto como enseñas o es más por marketing?
-Al componer me gusta jugar y montarme películas. El sexo en “Bangover” no es más que una forma de empoderamiento, algo que me permite alzarme con el poder de una forma muy metafórica.
-¿Cuáles son tus límites a nivel sexual?
-He estado con chicas y con chicos aunque me gustaría llegar al punto en el que a nadie le importe con quién se acueste un artista. Esa será la verdadera libertad.
-Pero vosotros, a través de vuestro trabajo y vuestros mensajes, podéis conseguir cosas a nivel social…
-Para bien y para mal. En mi caso actúo de forma natural y sí que debemos ayudar a las personas que no son tan libres y a normalizar todo. Que un simple beso en televisión sea un gesto de amor y no la noticia, que sería cuando alguien se abofetea.
-¿Cómo te llevas con el tema ego?
-Soy la misma persona que compongo, produzco e interpreto. Cuando me subo al escenario recuerdo y vuelvo al momento en el que suceden esas cosas y hasta, al salir, he llegado a pensar: “No levanto cabeza en un par de semanas”.
-¿Eres fácil como pareja?
-La más del mundo. Mi vida es muy ajetreada y muy loca, pero al llegar a casa me apetece estar tranquilo, ver Netflix y poco más. La música siempre la tengo a un volumen bajo y la luz, también. Tengo hasta un recipiente con arena con la que hago castillos…
-O sea que pelear contigo es complicado…
-¡Imposible! Si algo no me gusta, lo aparto. En todo caso me quejo de forma activa cuando algo es injusto o para mejorar algo.