La sevillana ha lanzado el álbum “The sounds of Earth” donde incorpora sonidos étnicos, clásicos y electrónicos en los que ha intervenido parte del equipo de Adele o Beyoncé
Josan Muñoz
Irene Lavado nació en Sevilla hace 29 años y creció entre estudios de guitarra y canto mientras recorría nuestra geografía acompañada de diferentes grupos. En 2011, junto al compositor Juan Manuel Mantecón, creó el proyecto “Los sonidos de la Tierra”, algo que desembocó en un álbum escrito entero en inglés donde han trabajado los más importantes profesionales a nivel mundial. Un disco en el que la dulce y evanescente voz de Airyn, con registro de mezzosoprano, nos lleva a sonidos de distintas culturas de nuestro planeta como una especie de “virus” que contagia con su belleza a todo aquel que se acerca, impregnando al oyente de esa paz necesaria en estos tiempos de tanta lucha diaria.
-¿Cree que en presentar algo tan diferente está el truco para triunfar?
-Tiene sus pros y sus contras. Es innovador, algo que no lo hay igual en el mercado y la gente lo agradece, pero también cuesta más que suene que si fuera un disco comercial. Realmente el truco está en hacer lo que te pide el corazón, sacar esas melodías que llevas dentro más que pensando si vas a vender o no. El público recoge si algo se ha hecho con cariño y no por sacarle dinero, aunque eso lo tendrá que decir Pablo Alborán, que es el único que hoy día vende millones de discos.
-¿No le dicen sus amigos que si está loca?
– Todo el mundo. Hemos invertido muchísimo en el disco porque lo hemos acabado en Estados Unidos, lo ha masterizado la misma persona que a Adele o Beyoncé, pero queríamos que fuera él, ese sonido. Además hemos tenido músicos de primera clase, percusiones africanas… Ha costado trabajo, tiempo, dinero y esfuerzo. La gente pensaba que si esos recursos los hubiéramos invertido en otro trabajo más comercial habríamos triunfado seguro.
-Lleva luchando desde muy niña…
-En mi casa no hay músicos pero siempre nos hemos levantado con la radio puesta y eso es algo que fue calando en mí. Desde pequeña pedía cosas por los Reyes relacionadas con eso y con tan solo once años comencé a estudiar guitarra española, solfeo y luego canto, llegando a ser profesora actualmente. Con trece años me retaron en el colegio y salí a cantar delante de un público y ya nunca paré de actuar en diferentes grupos.
-¿Cómo definiría su estilo?
-Atemporal, una mezcla entre sonidos étnicos del mundo, percusiones africanas y música celta, mezclada con un poco de electrónica y clásico. Conocí a Juan Manuel Mantecón y empezamos a trabajar en un proyecto en común, donde él ponía las melodías y yo las letras, y salió este estilo concreto. Es arriesgado, pero todo es más bonito cuando haces algo que te llena el alma.
-¿Cuál hacen la acogida en una ciudad tradicional como Sevilla?
-Cuando me hacen entrevistas desde fuera me dicen “eres de Sevilla y olé”, pero yo de “olé” tengo poco. Los andaluces somos relacionados siempre con el flamenco y tenemos fama de ser muy conservadores en el terreno musical pero luego es diferente. Aquí hemos tenido muy buena acogida y hemos llenado todos los conciertos, incluso quedándose gente fuera.
-Algunas músicas incitan a bailar ¿Qué consigue la suya?
-Transmite calma, sosiego, tranquilidad… Es para escucharla en el coche y olvidar los problemas o sentarse en el salón por la noche y desconectar. El público me lo agradece porque todo el mundo está estresado, con tristeza por la crisis y el que trabaja va siempre con prisas. No ha sido aposta pero al final ha salido un trabajo muy acorde al momento.
-¿Y siempre está relajada o hay cosas que le cabrean?
-Me crispan los malos sentimientos de las personas que te rodean, la hipocresía y la mentira, que están a la orden del día. Cuando estoy relajada me gusta poner música agresiva y también hago lo contrario, para equilibrar. Escucho desde Sarah Brightman a Metallica pasando por Norah Jones. Lo que menos escucho es flamenco, no es lo mío.
-¿A qué le canta?
– Le canto a la tierra, a las razas, a combatir la guerra… son temas con letras muy étnicas y sociales. Estamos en un momento difícil y pensamos que somos los únicos en el mundo porque cuando tienes un problema nunca piensas en el mal ajeno, aunque pueda ser mucho peor. Solo vemos lo que nos ocurre a nosotros. Hay vida más allá de la que vive cada uno. El ser humano puede llegar a ser muy egoísta, aunque depende del momento.
-¿Por fin alguien que no le canta al amor?
-Si, también le dedico algún tema. El amor es lo más importante, el alimento del alma y lo único que hace que te sientas vivo. Una persona sin amor es una persona muy desdichada. No hablo solo de pareja, tengo amor por todos lados.
-¿Para cuando un tema en español?
–Nos las piden a gritos en los conciertos. Hay emisoras de radio muy importantes que nos dicen que si hacemos algo en castellano le darían difusión, pero cada estilo tiene un idioma con el que encaja, y si lo hiciéramos sería como si cantaran flamenco en chino.
-Es profesora de danza del vientre ¿Cuida mucho su imagen?
–El aspecto externo es imprescindible para tener éxito, desgraciadamente, pero no hablo solo de estar delgadas. Artistas como Adele están gorditas pero es una imagen cuidada, la que quieren darle y la que vende, que va en consonancia con su estilo.