El diseñador utrerano presentará mañana en SIQ, ‘Sevilla Handcraf&Fashion’, su colección “Alcázar”, a las ocho y media de la tarde. Un desfile que se espera con impaciencia y que se ha dividido en dos partes donde, tanto la novia como la fiesta, serán las grandes protagonistas
Formado hace 18 años en Sevilla como delineante, fue después cuando hizo sastrería, modistería, corte y confección, diseño, escaparatismo… hasta llegar a su maestro, Juan Cortés, del que absorbió todo como el gran referente que fue para él. Después, en 2007 abrió su establecimiento en su tierra, Utrera, la cual, de momento, no tiene intención de abandonar. Eso sí, su nombre es uno de los “pesos pesados” de nuestra moda, tal y como demostrará mañana en la última jornada de “Sevilla Handcraf&Fashion”, en el Real Alcázar sevillano.
-El título de su colección no podía ser más adecuado al entorno…
-Era un nombre tan bonito que no podía desaprovecharlo. Además le he dado un aire gótico a la colección por el salón donde se celebra el evento. Hay una primera parte de noche, con propuestas largas, y una segunda de novia, con un aire de esa época. En cuanto a los tejidos, he usado organza, tul bordado, punto de seda y tul y flecos (que los llevamos dentro por naturaleza).
-¿Cuál piensa que es el espíritu de Alejandro Postigo como creador?
-Siempre mantengo de una colección a otra un sello de identidad que no varía. No introduzco grandes cambios. Intento que la mujer vaya lo más espectacular posible sin hacer excesos ni nada estrafalario. Tiendo a un aire romántico con toques actuales, porque la tendencia es la que marca el camino.
-¿Porque sus referentes son…?
-Muchos. Balenciaga, sobre todo. Y ahora Alexander McQueen. Galliano y gente excéntrica, no. Soy un pelín más clásico…
-¿No le parece que hay demasiados diseñadores en el mercado?
-Somos muchos pero no todos tendrían que llamarse diseñadores. Todo el mundo quiere apuntarse al carro de la moda. Cualquiera es diseñador, fotógrafo, maquillador… Aquí no te dan un carnet en ningún lado sino que tienes que estar muchos años dedicado a esto antes de dar la cara. Yo mismo, recién salido de una escuela, no sería capaz de considerarme diseñador. No es un título. Hay que demostrarlo. Al menos a mí me ha costado, y me sigue costando mucho tener un hueco mínimo.
-Luego están los famosos que ponen el nombre y lanzan colecciones…
-No creo en un popular como diseñador sino como imagen, una cara como filón para ganar dinero. Las empresas proponen al conocido aunque existan casos puntuales que sientan y disfruten la moda pero, indiscutiblemente, no todos. Un gran porcentaje de estos casos son una cara que, mientras más se rentabiliza, mejor.
-¿Alguien a quien le gustaría vestir? ¿Alguna musa?
-Eso es algo que, teniendo mis metas y mis retos, no me quita el sueño. Claro que, si un personaje público lleva un vestido tuyo y lo luce –y le da repercusión-, es agradable pero no tengo ninguna “estrella” preferida. Me encantaría gente del cine, como Maribel Verdú, una niña que tiene mucho encanto. O de fuera, Nicole Kidman… Es impresionante su cara, su estilo…
-¿Es cierto que quienes forman parte de la moda en Sevilla se llevan tan mal?
-Me encantaría que eso no fuera verdad pero sí que a veces hay esas tonterías de algunos (y que, por mi parte, no tengo) producidas por la inseguridad en ser inferiores a otros y por la envidia. Yo no envidio a ningún compañero pero algunos comentarios me han decepcionado (no respecto a mí pero sí hablando de otros). No es necesario porque no debemos ser enemigos. A mí me encanta ver lo que hacen otros. Adoro mi trabajo pero también tengo que disfrutar del de los demás. Y aprender. De todo el mundo se aprende.
-¿Las sevillanas son elegantes?
-Son atrevidas y, dentro de ese atrevimiento, a veces se acierta y otras, no. También es cierto que piden cosas imposibles pero, en general, hay gusto y elegancia. Por el clima tenemos ocasión de disfrutar con el vestir pero todo no vale.
-¿Quién es, según usted, la más estilosa?
-Me gusta mucho Grace Kelly y, en la actualidad, Nati Abascal. Deja huella.
-¿Y a quién no le dejaría ponerse un modelo suyo?
-Esa pregunta es difícil… Tengo mis puertas abiertas para todos pero entiendo que a alguien que no supiera llevarlo con unos mínimos de decencia, que afeara el vestido. Me ha pasado y con la boca chica he tenido que pedir: “si no dices de quién es el traje, casi mejor”… Son personas que no se dejan asesorar y traen una idea equivocada.
Paloma San Basilio con diseño de Alejandro Postigo. Foto: Antonio Cid
