Vistió a Diana Navarro para una de nuestras portadas y es uno de los jóvenes diseñadores sevillanos más cotizados del momento. Con una importante proyección, Alejandro Postigo será también el responsable del vestuario de la portada de la gran artista que protagonizará nuestro número impreso de septiembre…

Macarena Franco

A mediados de los 90 comenzó su trayectoria y, en la actualidad, se ha convertido, por méritos propios, en un referente del sector en Sevilla. Dotado de una sensibilidad exquisita, Alejandro Postigo apuesta por una creación preciosista donde se cuida cada detalle. Cercano a la “alta costura”, lo suyo es un punto y aparte tal y como ha demostrado en editoriales como el que, el número de Junio de “Sevilla Magazine”, dedicó a reinterpretar, a través de Diana Navarro como modelo estelar, el “glamour” de los años 20 bajo la óptica de un 2013 donde, nuestro paisano de Utrera, seguirá creciendo imparable en un camino donde aún tiene mucho que decir…

Portada de Sevilla Magazine con el diseño de Alejandro Postigo para la cantante Diana Navarro.

-Ser sevillano y diseñar trajes de flamenca, ¿es inevitable?

–No, hay diseñadores que no se dedican en exclusiva a ello pero en Sevilla es algo bastante más fácil…

-¿Quiere decir que es más fácil aquí para quien solo hace moda flamenca?

–Estando en Sevilla, sí. Por el entorno, el aire, la vida en torno a la feria. Da mucho a la hora de diseñar. Hay mucha inspiración (sin desmerecer a otras ferias, por supuesto).

-¿Cómo definiría su estilo?

–Atemporal. No tiene una temporada concreta. Sirve para todas las temporadas, porque yo creo fiesta y eso sirve durante todo el año.  Tiene un toque demasiado femenino, con mucho romanticismo, con detalles muy cuidados. No  predominan las líneas sencillas. Cada prenda que hago tiene que transmitir algo.

-¿Le gusta incorporar las nuevas tendencias a sus diseños?

-Siempre intento meter algún toque. Este año, después de ver lo que ha aparecido en París (donde había tejidos con mucho hilo y mucho crochet) aunque no encajaba mucho en mi línea, lo he incorporado en la colección con algún detalle.

–¿Hay alguna mujer a la que le motive vestir?

-La verdad es que no tengo ninguna musa. La mujer que me gusta es elegante, con una inspiración en los años 50, con curvas, pero no es ninguna actriz o famosa en concreto.

-Cuéntenos como es el día a día de un diseñador artesano… ¿Se diferencia mucho de otros profesionales del sector?

–La elaboración es distinta. Se tratan las prendas día a día y a veces me da pena desprenderme  de algunas cosas. Le pongo mucho cariño a cada una de las prendas. Este proceso no tiene nada que ver con una gran producción ya que, como mucho, hay solo dos unidades de cada modelo. La meta es acabar la jornada con mucha satisfacción. Amo mi trabajo, intento darlo todo. El resto es trabajar y trabajar. A primera hora reviso el correo, por si ha escrito alguna clienta. Al tener una tienda, el horario es comercial, con lo que me ocupa todo el día. No tengo horas, no descanso y, como en cualquier trabajo creativo, la mente siempre sigue funcionando, aun cuando hayas terminado oficialmente de trabajar.

-¿Cómo le afecta el tan manido tema de la crisis?

–Me afecta pero, si hiciera otra cosa, la padecería más. Coso a medida, para ocasiones especiales, como una boda. Si se casa un familiar muy cercano, la gente está más dispuesta a rascarse el bolsillo. No es lo mismo que con la ropa de calle.

-Usted que viste a personajes conocidos, entre ellos a “copleros”… ¿Es cierto que estos son tan barrocos?

–Lo que no todo el mundo sabe es que en un escenario se actúa a una distancia considerable, así que un detalle, por muy grande que sea, se pierde. Al igual que con el maquillaje, hay que exagerar, sin llegar a ser barroco. En cuanto al tema de las copleras, es verdad. Casualidad o no, casi todas tienden a querer mucho adorno, del cual yo no soy muy partidario.

-Háblenos del panorama general de la moda en Sevilla…

–Sevilla no es cuna de moda, sólo de inspiración. Lamentablemente, nadie es profeta en su tierra. A la hora de dar una imagen al exterior, siempre caemos en lo mismo. A excepción de plataformas como “Andalucía de Moda” o “Moda de Sevilla”, donde se muestran cosas distintas, aunque aún les falta consolidación.

-Que haya más de una pasarela, ¿de qué forma les afecta a los profesionales como usted?

–Yo creo que debe haber variedad para que podamos escoger. Los diseñadores nos quedaremos con la que ofrezca más calidad después pues es en los vídeos donde hay una vista más bonita de la colección. Independientemente de quien organice la pasarela es el diseñador quien tiene que valorar, según la calidad  de los modelos, el sitio donde se celebre, que es lo que queda después. No existe mucha variedad, pero que la haya no es perjudicial.