La gimnasta, casada con el presentador Christian Gálvez, estrenará serie después de un verano durante el que ha sido reclamada como imagen de la gama UV Sport de Delial
Es la única gimnasta rítmica del mundo que ha participado en cuatro finales olímpicas. Con una trayectoria impecable en el deporte –durante la que ha logrado multitud de premios-, Almudena Cid decidió, el 23 de agosto de 2008, cerrar esa etapa para abrir una nueva como actriz. Para eso se prepara concienzudamente con cursos que alterna con trabajos como el de modelo ocasional para productos como los de la gama UV Sport de Delial que acaba de presentar en Madrid. Una ocasión perfecta para hablar sobre su presente, su verano y el estreno de la serie “Rabia” que, pronto, todos podremos compartir en la “pequeña pantalla”.
-Antes de nada, ¿qué planes tiene para estos meses? ¿Mar? ¿Montaña?
-Me gustan las dos cosas aunque, si he de decidirme, creo que me quedo con la montaña. El verano me encanta porque es una época que, por ejemplo, en la ropa, te permite usar prendas más divertidas como las “falditas”. De todos modos, el año ha sido bastante intenso y, de las últimas cinco temporadas, es en la que más ganas tenemos, Christian y yo, de perdernos. Iremos una semana a la playa y luego, ya veremos… (risas). Lo mismo nos acercamos a Italia…
-La tierra de Leonardo da Vinci, al que su marido tanto admira…
-Al final voy a acabar admirándolo igual… Gracias a él estoy descubriéndole y debo confesar que es un personaje fascinante.
La gimnasta, Almudena Cid y el top model Juan Betancourt presentan la gama UV Sport de Delial, la primera protección solar concebida para superar los desafíos deportivos.
-¿Se consultan su esposo y usted las decisiones laborales?
-Sí. Siempre que me llega una propuesta, la comparto con Christian. Valoro mucho su opinión aunque los que me ofrecen suelen ser proyectos que van en la línea mía.
-En esta ocasión se trata de cuidar la piel ante el sol… ¿Lo hace?
-He estado viviendo en un gimnasio casi toda mi vida, encerrada. De pequeña recuerdo que tenía una piel muy buena y que me llamaban “gitanilla” pero, conforme pasa el tiempo, se me estropeó. Me descamaba con frecuencia con lo que, o me protegía, o… Antes de verano utilizo la protección 30 y, en estos meses, la 50.
-Estrenará “Rabia” en septiembre u octubre… ¿Le ha costado subirse “al carro” de la interpretación?
-Bueno, como a todo aquel que tiene que reinventarse. Lo bueno es que he rescatado mucho del deporte porque tiene bastante más en común con la actuación de lo que pensaba: la disciplina, la puntualidad, el compañerismo… En la competición no hay opción al fallo. El deporte de élite te pone contra la espada y la pared.
-Son dos campos, además, donde se sufre mucho, ¿verdad?
-Hombre, sí. Hay muchos momentos de bajón porque nunca se sabe qué puede pasar contigo. Lo mismo se cuenta contigo que te dejan en el banquillo. Mi etapa deportiva fue compleja porque pensaban que una chica no podía competir. A los 28 años cambió conmigo el concepto pero me costó. Luego la transición hacia otros terrenos, como el de ser actriz, tampoco es sencilla. He tenido que pelear por un sueño nuevo e intentar que me respeten.
-¿Qué lugar ocupa ahí Christian?
-El mayor. Es uno de mis pilares. Me apoyó para desarrollar mi faceta como escritora de cuentos y me dio el empujón que necesitaba. Tiene, como te comentaba, mucho criterio y, si me olvido de la cuestión de pareja, la suya es una perspectiva muy real de esta profesión. Ten en cuenta que empezó como actor…
-¿Y la maternidad?
-Ahí sigue, claro… El problema es que ha salido la serie y, si se continúa, no me apetecería dejarla y perderme la segunda temporada. Por otro lado me agobian cuando me preguntan cuándo seré mamá. La gente no se puede imaginar que quienes somos personajes públicos estamos condicionados por los comentarios que nos trasladan y, al esperar todos eso, han provocado que hasta me lo replantee (risas).
-¿Ejerce de ama de casa?
-Sí, aunque tenemos una chica que nos ayuda con las labores del hogar. Sí cocino a diario, hago la compra y atiendo lo que sea necesario. Aparte estoy tomando clases de esgrima, acudo a un curso de interpretación semanal, me metí en hípica, quiero hacer lucha escénica, debo ponerme a escribir, a promocionar el libro anterior…
