La actriz cumple mañana 70 años conservando la belleza con la que han soñado varias generaciones y enlazando proyectos como “Eva contra Eva”, actualmente en el teatro, o “Ana Belén 70”, su nuevo álbum
Ricardo Castillejo
Es nuestra artista más completa. La que ha interpretado papeles inolvidables en el cine, la que ha dado forma a canciones que han hecho suyas varias generaciones, la que fue musa de la transición, la eterna compañera de Víctor Manuel, la ganadora del Premio Grammy a la Excelencia Musical (2005) o el Premio Goya de Honor (2016)…
Ana Belén comenzó como niña prodigio, en “Zampo y yo”, pero, enseguida, se hizo una intérprete madura presente en títulos cinematográficos definitivos como “Demonios en el jardín”, “La colmena”, “La corte del faraón” o “La pasión turca”. Mientras, iba grabando himnos como “España camisa blanca de mi esperanza”, “Solo le pido a Dios”, “Lía”, “La puerta de Alcalá”, “Derroche” o “Agapimú” que, recientemente, durante el confinamiento se convirtió en una de las melodías más celebradas gracias a la versión realizada junto a “Ojete calor”.
En el teatro, clásicos como “Antígona”, “Fedra” o “La casa de Bernarda Alba” a los que, este verano, incorporará una nueva versión de “Antonio y Cleopatra” y, en televisión, producciones imprescindibles como “Fortunata y Jacinta”, “Hospital central” o “Traición”, de la que fue protagonista entre 2017 y 2018.
Lo hace todo y todo lo hace bien. Al menos eso es lo que parece. Hasta cumplir años porque, ¿quién llega a los 70 como Ana Belén? Solo Ana Belén… y lo mismo, en Estados Unidos -y sin querer, ni mucho menos, comparar-, Cher. Como ésta, es posible que el mundo se acabe y, nuestra protagonista, siga aquí. Porque es necesaria. Porque la queremos y la admiramos. Porque con la madrileña, al nacer, se rompió el molde. Y si no, a las pruebas nos remitimos…