Antonio Canales cumple hoy 60 años y lo hace en un momento, profesional y personal, fantástico y lleno de AMOR, con mayúsculas. Amor, para empezar, por una carrera que le ha dado muchas satisfacciones y en la que le hemos visto triunfar desde que, muy joven, diera sus primeros pasos en el Ballet Nacional. En 1992, con muchos premios ya acumulados, crea su propia compañía y monta espectáculos que le dan mucha fama, y dinero, como “Torero”, “La Cenicienta” o “La casa de Bernarda Alba”, consolidándose como el bailaor flamenco de referencia y uno de los maestros más admirados del sector, con reconocimientos como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (2020).
Padre tres hijos, Antonio, José y Sara, el sevillano también es abuelo de una nieta de nombre Lola, faceta familiar de la que se siente muy orgulloso y en la que siempre ha encontrado un apoyo en momentos duros como cuando una pasada relación frustrada con un hombre más joven, le llevó a los infiernos más duros y ardientes. Una etapa difícil -en la que, más allá de las cantidades ingentes de dinero que gastó, tuvo que lidiar con portadas de un íntimo y playero encuentro sexual, o incendiarias declaraciones a las cámaras como las que realizó sobre Cristina Hoyos-, que quedó atrás y de las que Canales, con su sabiduría natural, supo reponerse y remontar.
Últimamente lo vimos en “Supervivientes” y como colaborador en “Sálvame”, incursiones televisivas que lo han acercado a las nuevas generaciones y que le han dado una juventud que luce y que, sin duda, potencia la pareja de la que Antonio ha presumido en redes sociales y junto a la que ha vuelto a encontrar la felicidad. “Sin trampas ni cartón y sin Photoshop. Sorpresa!!!! Ya no puedo callarlo más !!! Gitano puro de la pata mi amor Manuel… Lo amo con locura, es la otra mitad de mí, Estanli!!!El que pueda que empate”, escribía el artista en su perfil hablando de su inesperado compañero.
Una luz, la que transmite el ganador del Premio Favorito del reciente noveno aniversario de Sevilla Magazine, de la que, con seis décadas a sus espaldas, puede sentirse más que orgulloso. Auténtica Ave Fénix que, una vez tras otra, renace de sus cenizas, cada vez más fuerte, cada vez más grande. Por todo, y más, ¡muchas felicidades!