La pandemia le ha cambiado. Y mucho. Primero porque pasó el coronavirus, con la consiguiente intranquilidad por sufrir la enfermedad. Pero también porque, durante estos tiempos tan duros, ha aprendido a ver quién sí… y quién no. Antonio José, más renovado que nunca

Su nuevo disco, “Fénix” -en el que incluye colaboraciones como el gran ídolo mexicano Alejandro Fernández-, es toda una declaración de intenciones porque él, como la mítica ave, también ha renacido de sus propias cenizas. Ésas a las que muchos hemos quedado reducidos a raíz de la pandemia del coronavirus, auténtico tsunami en muchos sentidos que se ha llevado por delante la vida, tal y como la entendíamos, poniéndonos por delante una vida nueva como ésa a la que se está adaptando todavía Antonio José. Cordobés de nacimiento, el joven, de 26 años, reside en Sevilla después de ganar la edición de 2015 de “La voz” e iniciar una trayectoria que no puede haberle ido mejor. Por todo eso, y más, le premiamos en nuestra gala “Favoritos 2021”, en la que recibió su galardón de manos de la cantante Tamara y donde fue especialmente cariñoso con nuestro director, Ricardo Castillejo.

Así, cada álbum, cada tema, cada gira ha supuesto escalar un peldaño que le ha ido elevando más y más alto y que le ha permitido conquistar cada vez más admirador@s de una forma única y muy personal de entender la música, en la que no ha tenido inconveniente en reconocer que está gracias a cómo su madre le animó desde pequeño a seguir sus sueños. De hecho, fue en 2005 cuando supimos de él tras la segunda posición que obtuvo en el Festival de la Canción de Eurovisión Junior, interpretando “Te traigo flores”, que dedicó, por aquel entonces, recién fallecida abuela.

A partir de ahí llegaron otros hitos como la mencionada victoria en “La voz” con “Aprendiz” de Malú, llave que le abrió muchas puertas y que le catapultó a una fama para la que ha necesitado de su talento y de su constancia y esfuerzo por mejorar y seguir creciendo. Atrás queda Marta, la relación que se ha roto durante 2021, y haber sufrido un virus que le ha abierto los ojos para saber quién le acompaña de veras y quién, cuando las cosas se pusieron feas, desapareció o, directamente, demostró no merecer la pena. Un crecimiento personal que ha apoyado en meditación y en pasar más tiempo con él mismo y que ha tenido como resultado su último trabajo y nuevas sorpresas como la protagonizada junto a Edurne en “El amor no existe”. Otro triunfo más para una figura que, con todo lo logrado, aún tiene que llegar mucho más alto.