El cantante rescata su álbum, “Antídoto”, para crear “Antídoto2”, un ideal regalo de Reyes con acústicos de éxitos anteriores y un tema como “Cuando te vuelva a ver”, nueva apuesta musical del joven cordobés.
Por Ricardo Castillejo
Totalmente recuperado del COVID -cuya experiencia relató él mismo en sus redes sociales-, Antonio José despide un año terrible para el sector de la música y durante el que nuestro entrevistado ha podido darse cuenta de qué y quiénes son las personas de su entorno que merecen la pena. Un ejercicio de reflexión que ha realizado durante un 2020 sin conciertos tras el que damos ya la bienvenida a un nuevo ciclo y, por tanto, a nuevas ilusiones, como la de celebrar su 26 cumpleaños este mismo sábado.
-El título de tu álbum no puede ser más adecuado al momento que pasamos…
-Bueno, lanzamos “Antídoto” en noviembre de 2019 y parece que fue algo premonitorio. No podía imaginar que esa palabra se usaría en tantas ocasiones después. Ha sido un año profesionalmente desastroso, en el que decidimos quitar la gira para proponer unos acústicos en 2021. Por otro lado, “Cuando te vuelva a ver” es el primer tema que compongo durante el confinamiento, basado en las historias que escucho y en mis propias experiencias. No he perdido la inspiración del todo, pero ya necesito salir y vivir y conocer gente y recuperar este tiempo que nos han robado. Luego, a nivel personal sí que hago un balance satisfactorio, pues me he dado cuenta de muchas cosas…
-¿Como cuáles?
-Estar sometido durante cuatro años a una vorágine de trabajo me hizo olvidar lo que de verdad importa, como mi relación con mi pareja o la familia. He visto quién está contigo y quién no y todo eso se lo debo a 2020: un enorme crecimiento personal.
-¿Para qué quieres que tu música sea antídoto? ¿De qué cura?
-De todos los males. Sobre todo, en esta época en el que el mundo está lleno de negatividad y mala energía. La música es ese psicólogo al que acudimos en función de nuestro estado de ánimo, nos traslada a instantes en los que hemos sido felices o hemos compartido algo con alguien.
-Muchas de tus letras dejan un sabor agridulce y presentan un amor muy imperfecto…
-Es que el amor no es perfecto y ahí está la perfección del amor, en que sea imperfecto. El otro es de películas o cuentos de hadas. Sin imperfección no creces.
-Muchos autores presentáis historias en las que os lamentáis de personas que perdéis a lo largo del camino…
-Es la nostalgia la que habla. Es entonces cuando sacas lo que llevas dentro. En ocasiones digo que, o me tengo que tomar una botella de vino, o me tengo que llevar un chasco para abrir ese baúl y que empiecen a salir ideas.
-En el videoclip de “Cuando te vuelva a ver” reflejas la soledad del artista… ¿La has sentido?
-Muchísimo. De hecho, de ahí nace la letra. Crees que estás rodeado siempre y es mentira. Estás más solo que nunca. Es la parte jodida de mi profesión. Constantemente viajando fuera de tu zona de confort. Pero bueno, lo importante es tomar consciencia de todo eso y valorar los afectos sinceros y no los que provienen del brillo de la televisión o la popularidad.
“Con el COVID estuve cuatro días con bastantes dolores de piernas y espalda y perdí el gusto, que recuperé poco a poco. Después, durante un mes me cansaba mucho, subía las escaleras y me asfixiaba, aunque el médico me decía que era normal”
-Muchas figuras han confesado lo duro que es pasar de un estadio lleno de público a una habitación de hotel vacía…
-Es jodido. Por eso he empezado a hacer algo a lo que estaba cerrado: meditación. He descubierto un universo muy bonito, que me aporta mucho y que me permite entrar en conexión conmigo mismo. En promoción, cuando paso tantas horas fuera, al terminar la jornada me dedico un tiempo para mí.
-¿Qué tal tu experiencia con el COVID?
-Pues estuve cuatro días con bastantes dolores de piernas y espalda y perdí el gusto, que recuperé poco a poco. Después, durante un mes me cansaba mucho, subía las escaleras y me asfixiaba, aunque el médico me decía que era normal. Gracias a Dios todo se ha ido y estoy contento de volver a mi ritmo habitual.
-¿Pasaste miedo?
-Mucho. En especial cuando vas al hospital y te anuncian la enfermedad y te aíslan por completo. Preguntas qué te va a pasar y no saben qué respuesta darte y ahí te asustas. Te mandan Paracetamol y te vas a casa a darle vueltas a la cabeza de qué va a hacer el bicho contigo.
-¿Eres alguien de grandes miedos?
-(Piensa) No. No… Soy precavido, pero sin miedos, más allá de que no me gusta la oscuridad. Indeciso, sí.
-Esta semana es tu cumpleaños y de los Capricornio dicen que sois muy fríos…
-Puede ser que haya algo de razón en eso. De alguna forma mi frialdad -que no te voy a negar que hay un poquito-, no me impide ser una persona que ama por encima de mis capacidades. No soy “melosero” pero lo demuestro a mi manera. Y sí soy superleal, amigo de sus amigos y, cuando hay algún problema, aquí está Antonio José para lo que haga falta.
