La mujer de Finito de Córdoba fue madrina esta semana, junto a Lourdes Montes, del “Espacio Decora” que El Corte Inglés ha abierto en la Plaza de la Magdalena
Empezó su carrera como modelo y azafata de “El precio justo” para después fichar como presentadora en los primeros años de Telecinco, cadena en la que se convirtió en uno de los rostros más populares al frente de espacios como “Vivan los novios”, “Vip Noche” o “La batalla de las estrellas”. Fue en 2001 cuando se casó con el torero Finito de Córdoba y se centró en formar una familia con dos hijos y, aunque ya algo más alejada de los focos, continúa despertando el interés de los medios que la tratan como un referente de belleza y elegancia.
-¿Es la decoración algo que le llama la atención?
-Es mi auténtica pasión, mucho más que la moda y todo lo demás. La practico en mi casa, que ha ido madurando con el paso de los años. Al principio montas tu hogar y quieres que todo sea como de catálogo. Cuando van naciendo los críos te vuelves mucho más práctica y le das personalidad.
-Y como ama de casa… ¿Se defiende bien?
-Intento organizar una rutina en cuanto a la limpieza, establecer un calendario de tareas. Me gusta la casa, como buena Tauro. Disfrutamos mucho de ella y preferimos reunirnos allí antes que salir.
-¿Qué papel ocupa su marido en las responsabilidades del hogar?
-Fundamental. Somos un cincuenta por ciento cada uno en todo. Hay tareas por supuesto que no realiza pero la decoración sí que le encanta. Hemos disfrutado mucho con eso. Si yo he estado trabajando y ha podido ha hecho labores que, en ese sentido, pueden parecer más de la mujer. Nos compenetramos bien. Mi prioridad siempre ha sido criar a mis hijos, cuidar a los míos… y eso para él, con una profesión tan complicada, le daba tranquilidad y le resultaba una balsa de aceite.
-¿Siente que ha sacrificado su trabajo por la familia?
-Las circunstancias se han dado así. No lo elegí yo. Saco como positivo el haber tenido el privilegio de disfrutar de mis niños. Era mi prioridad. Cuando sales un poco del circuito esto va tan rápido y cambia tanto que cuesta luego volver.
-¿La tele le sigue llamando la atención o es un capítulo cerrado?
-Me encantaría que estuviera abierto de par en par. He estado recientemente en una serie, que es lo que más me gusta dentro de lo que hay en la pequeña pantalla. La ficción es el mejor producto. Aquella época dorada que yo viví de los programas de entretenimiento, los concursos y las grandes galas no se ha vuelto a repetir. De la de ahora hay cosas que me gustan pero también muchas que no. Me habría encantado mantener la carrera televisiva pero no pudo ser.
-¿Le gusta mirar atrás?
-Sí porque con el paso del tiempo pierdes muchísimas cosas pero ganas otras más valiosas como la experiencia. Cada arruga es producto de una sonrisa y pienso que cumplir años es para estar contento.
-Ríe mucho… ¿Es feliz?
-Me siento muy afortunada porque tengo lo que siempre he soñado: una familia unida. Esa ambición ha sido mayor que la profesional y es un logro conseguido. El camino es largo aún y me quedan temas pendientes por hacer, y espero alcanzarlos.
Sevilla. 2-Junio-2105. Inauguracion de un nuevo espacio para la decoracion de El Corte Ingles, en la plaza de la Magdalena. Foto : Raul Doblado. Archsev
-¿Qué tiene de andaluza?
-Casi la mitad. Mi corazoncito ya es andaluz. Mi hija nació en Córdoba, es la ciudad en la que vivimos y nos sentimos súper queridos. Es cómoda, me encanta su gente… Además me dicen que parezco de aquí.
-Como las andaluzas, ¿mira mucho por su imagen?
-Soy presumida pero cada vez menos. Soy consciente de que tengo que cuidarme, que mimar mi piel. En mi día a día procuro no maquillarme pero sí que me sacrifico poniéndome un tacón o una máscara de pestañas.
-¿Tiene también una parte masculina? ¿Juan una femenina?
-Creo que no… (risas). Sí que es verdad es que los dos somos muy amantes de la estética, y especialmente él. La plasticidad que él refleja en su toreo es igual en todas las facetas de su vida. Perfeccionista y muy meticuloso con los cuidados de su imagen. Es un hombre muy actual.
-¿Cómo se lleva con la fama?
-Empecé en televisión con 18 años y fue un período muy fuerte para mí. Era el momento de las privadas, de Telecinco, y nos metimos en la casa de todo el mundo y fuimos muy rápido. Era muy joven, una niña. Intento llevarlo con naturalidad. No sufro por si me fotografían, no escondo nada y entiendo a la prensa como un complemento para mi trabajo igual que yo para el suyo.
-¿Y engancha?
-Agradezco mucho cuando me piden una foto pero no me gusta nada que me “pillen” sin arreglar, aunque soy muy despistada y no soy consciente de hasta qué punto me miran, opinan… No soy esclava de mi vida pública porque entonces no sería vida. Siento que los medios de comunicación nos respetan y el secreto ha sido el habérnoslo ganado con los años. Cuando no ha sido así lo hemos denunciado y la ley nos ha dado la razón.
-¿Qué le parece que para algunos sea solo la mujer de Finito de Córdoba?
-Estoy encantada de ser la mujer de mi marido porque tengo un esposo que es un gran maestro en lo suyo. Intento asumir las etapas que voy viviendo y no tiro la toalla Sigo esperando y me encantaría volver a hacer un programa o una serie en la que me sienta realizada.
