Tenía 90 años y hoy, a las seis y media de la mañana, nos ha dejado. Arturo Fernández amaba su profesión por encima de todo y por eso ha permanecido hasta casi el final en activo, interpretando su último papel dentro de la función, “Alta seducción”, junto a Carmen del Valle. Unido sentimentalmente a Carmen Quesada, el intérprete estaba separado de su primera mujer, María Isabel Sensat, con la que tuvo tres hijos, aunque siempre fue bastante discreto en lo que a su intimidad se refiere.
Siete décadas de experiencia, este profesional, nacido en Gijón en 1929, realizó multitud proyectos en cine, televisión y, sobre todo, teatro, espacio donde contaba con su propia compañía para recorrer de forma incansable toda España. Muy presumido y con una imagen siempre impecable, Fernández cayó enfermo en abril y, a partir de ahí, su salud se ha ido perdiendo con problemas de estómago, primero, y una caída que le supuso una pierna rota, después. Había ingresado en un hospital de Madrid esta semana pero no ha sido posible la recuperación de éste que tantas veces ha provocado una sonrisa en el público con esa coletilla de “chatina” gracias a la que, entre otras muchas cosas, será recordado.