El género andaluz por excelencia regresó hace unos años para quedarse, eso sí, a partir de brillantes nuevas figuras las cuales, por falta de autores, cantan las letras de clásicos como Rafael de León, recuerdan grandes espectáculos como el mítico “Azabache” u homenajean a una de las más importantes figuras, Marifé de Triana, recientemente desaparecida
José Antonio Múñoz
Faltan autores capaces de crear esos libretos que ahondaban en las pasiones humanas reflejando historias donde los protagonistas se veían desbordados por sus propios sentimientos, desesperos que ni podían ni querían controlar, celos que hacían morir y un dramatismo general que cobraba una importancia suprema. Será por eso que las letras de Quintero, León y Quiroga, los más importantes promotores de este género, continúan resonando en teatros de toda España. Esas mismas melodías que nacieron en los años 30 y que gozaron de su mayor esplendor hasta los 60 de la mano de renovadoras del cuplé como Estrellita Castro y otros máximos exponentes como Concha Piquer, Lola Flores, Miguel de Molina, Juanita Reina, Manolo Caracol o Marifé de Triana.
El apoyo del régimen franquista a la copla, como símbolo de la identidad nacional, potenció su decadencia a pesar de que siguieron surgiendo grandes figuras como Gracia Montes, Rocío Dúrcal, Rocío Jurado, Isabel Pantoja o Patricia Vela –quienes incluso tuvieron, en muchos casos, que cambiar su estilo musical-, u otros como Carlos Cano el cual logró un pequeño renacimiento a finales de los 80 fomentando la aparición de “savia nueva”.
Pero si tenemos que mencionar dos grandes hitos para el florecer actual de nuestra canción española tendríamos que hablar de “Azabache” y del programa “Se llama Copla”. El primero fue el espectáculo central de la Expo 92 y, protagonizado por Rocio Jurado, Nati Mistral, Juanita Reina, Imperio Argentina y María Vidal, supuso el mayor musical organizado en torno a la copla desde el principio de su historia, algo que Sevilla quiso enseñar al mundo como uno de nuestros principales símbolos de identidad. Ahora, dos décadas después, se homenajea llenando auditorios aquella insuperable puesta en escena a través de cuatro grandes solistas actuales –Pasión Vega, Pastora Soler, Diana Navarro y Manuel Lombo- que empezaron sus carreras, aun siendo niños, con el repertorio que aprendieron de “doña Concha” o “Juanita”.
La televisión también ha influido, y mucho, a través del programa “Se Llama Copla”, del que van seis ediciones que siempre han contado con un gran apoyo demostrando que el germen de esta música nuestra estaba presente en los más mayores pero también tenía cabida en los gustos de los más jóvenes, sacando a la luz nuevos talentos y batiendo todos los récords de audiencia en el canal autonómico. Precisamente Marifé de Triana fue la estrella invitada en la final de la primera edición, donde resultaron ganadores Joana Jiménez, Antonio Cortés y Erika Leiva que han decidido unir sus voces para recordar los éxitos de la intérprete que más coplas ha grabado de la historia –más de 500- en “Tu no te has ido”, montaje que llegará el 25 de mayo al Teatro de la Maestranza y con el que recorrerán España (amén de otros países como Argentina, Chile y Uruguay).
Gracias al televisivo espacio se han vuelto a poner de moda composiciones de Rafael de León, poesía pura que mañana martes sonará en el Teatro Lope de Vega durante un recital con lo mejor del maestro apoyado en el talento de Joana Jiménez, de nuevo, y, más allá, Nazaret Compáz, Jonás Campos, Sandra Cabrera, Fran Doblas y Lola Reina.
Viva para siempre, de la mano de estos y otros que siguen grabándola en discos o defendiéndola en directo, que ya se marcharon o que están por llegar. Miguel Poveda, Buika, Juan Valderrama, María Dolores Pradera, Laura Gallego, Estrella Morente, Bambino, Martirio… Son sólo algunos nombres. Lo que queda, y por mucho tiempo, es copla…