La gran amiga de Don Juan Carlos, el rey emérito, está ultimando los detalles del inmueble que adquirió en 2013 muy cerca de Madrid
Vuelve a ocupar titulares en la prensa de nuestro país, al que parece estar más unida de lo que pudiéramos llegar a pensar. Si hace un mes fue la publicación del polémico libro de Ana Romero, “Final de partida” (donde se reconstruye al detalle su relación con el rey Juan Carlos), la que volvió a sacarla a la “palestra”, en esta ocasión regresa a las portadas con la confirmación de que ha adquirido una vivienda de 500 metros cuadrados en Somosaguas, una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid a solo 10 kilómetros del Palacio de la Zarzuela. Un casa construida en un terreno de casi tres mil metros cuadrados y que, al parecer, dos años después de su compra está empezando a decorar con la ayuda “de un importante interiorista español”, según informa el portal “Vanitatis”.
Corinna no necesitará así el favor de Don Juan Carlos para venir a España como hasta ahora ya que, durante los últimos cuatro años, la “íntima” del monarca se alojaba en un pabellón reformado de El Pardo que es Patrimonio Nacional y donde, según publicó “El Confidencial”, la Casa Real se gastó medio millón de euros para embellecerlo.
Corinna zu Sayn-Wittgensteint, de 51 años, es princesa por haberse casado en segundas nupcias con Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, aristócrata alemán del que mantiene el título y el apellido pese a que se divorciaron hace una década aunque ya antes, desde su primer matrimonio, se acostumbró a vivir bien y a rodearse de personas influyentes y con alto poder adquisitivo. Por ello, para esta mujer no era nada inédito el comenzar tan entrañable unión con un personaje como Don Juan Carlos, aunque sí que es cierto que cambiaba a un príncipe por un rey con el que ejercería de “primera dama” en la intimidad. Una relación que, según cuenta el mencionado libro de Ana Romero, ha puesto en jaque a la monarquía, apreciación que se confirma con hechos como que, en enero de 2013, Don Juan Carlos canceló un desplazamiento a Abu Dhabi según consejos del Gobierno Español al considerarse que era un peligro viajar pues la monarquía se encontraba en serias dificultades. Prueba de que la intención del rey emérito era desplazarse hasta tal destino es que allí le esperaba Corinna alojada en el Emirate Palace, uno de los hoteles más lujosos del mundo.
