A lo largo de la historia del ser humano, en general, los problemas se han resuelto cara a cara. A veces un poco drásticamente, desde luego, pero los asuntos pendientes se solucionaban de frente con las fórmulas de moda, bien fueran torneos, retos o lo que tocara en cada época. Al final, muchos de estos enfrentamientos terminaban por costar la vida de los integrantes de uno de los dos bandos opuestos pero hasta era algo que se entregaba con gusto porque existía eso del honor.

Lamentablemente hoy ese valor, como otros muchos que hablan bien del ser humano, casi se ha extinguido por completo, siendo el caso de Andrea, la hija de Belén Esteban, uno de los que al respecto más ha llamado la atención en estos últimos días. ¡Qué canallas y qué cobardes esos que, escondiéndose en el anonimato de las redes sociales, se han dedicado a insultar a la chavala con ataques tan bajunos como el de la mofa por tener un físico concreto! ¡Qué poca educación y qué vergüenza para sus familias!

Yo, que he sufrido burlas de pequeño por ser un niño gordito, que he estado en ese otro lado donde no entiendes qué malo has hecho para recibir un trato así, no puedo sino empatizar con esta chica, enviándole con estas líneas toda la fuerza para pasar este mal trago y avisándole de que, por experiencia, la vida da muchas vueltas. Muchos de esos que primero te insultan, con los años te desean. Cosas del karma.