El artista vuelve al mercado discográfico con “Vivir”, álbum en el que, a sus 32 años, abre nuevos caminos musicales hacia la madurez vocal que ya demuestra tanto en “Feliz” como en “Vivir”, sus dos primeros “singles”
Es un apasionado de la vida, una persona empática que sabe darle su sitio a todo el mundo y junto a la que es un placer compartir experiencias como la de la visita al Acuario de Sevilla donde David Bustamante ha tenido oportunidad de disfrutar de las que son unas instalaciones únicas. Allí, entre especies marinas de todo el mundo, el cantante ha querido que los lectores de “Sevilla Magazine” conozcan aún mejor la que es una personalidad arrebatadora. Vestido por la firma Álvaro Moreno, el artista no ha tenido inconveniente en desvelar sus gustos, su día a día familiar y, sobre todo, sus opiniones como figura del espectáculo que es desde hace ya trece años…
-¿Le preocupa el que, por su popularidad, se le valore menos como intérprete frente al personaje?
-Es cierto que en algunos casos ha podido más el personaje que el artista pero no ha sido provocado por mí. Intereso a ese tipo de prensa pero yo, a lo que me he dedicado, es a cantar. No es algo que me afecte ni en lo que piense. Lo que ocupa mi tiempo y mis energías es hacer temas y actuar. Por otro lado, también es lógico que la gente quiera saber de mí, y eso lo comparto en las redes sociales.
-Las cifras alrededor suyo son abrumadoras… ¿Es consciente de eso?
-Soy una empresa en mí mismo. Mi fuente principal de ingresos ha sido la música pero hoy día tengo otros negocios de los que dependen, en algún caso, cincuenta personas. Incluso en gira vamos hasta más de treinta con lo que eso significa que, el que me vaya bien a mí, es que le vaya bien a mucha gente. No me genera estrés porque tengo esa personalidad. De pequeño quería ser jefe. Empecé a los quince y a los diecinueve ya era quien soy. La responsabilidad me hace crecerme. Por otro lado no entiendes que seamos solo números, que si no funcionas te mandan a casa, que esto es un mar de tiburones (algo que pasa en cualquier campo).
-Provenir de un seno humilde, ¿le hace valorar más todo?
-Hay que tener el lado opuesto para poder dimensionar tu estado actual. No nací en una cuna de euros, ni siquiera había ido de vacaciones la mayoría de los veranos. Es más, hasta los diecinueve no me había montado en avión…
-¿No añora nada de esa etapa?
-Más que por mí, por mi hija, que no puede disfrutar de según qué situaciones. El otro día, por ejemplo, la llevé al colegio y, aunque me parece algo ridículo, había cinco coches que venían detrás de nosotros. Eso la marca y deberían comportarse.
-¿Volvería a la obra si lo necesitara?
-(Risas) Bueno, primero hay demasiado paro en ese sector y, segundo, no pienso en eso. Tengo una vida montada y es más, poco inteligente habría sido si en trece años no me hubiera instalado. Lo que sí hay parte de los míos que continúan ahí y lo pasan mal.
-¿Nunca se viene abajo?
-Muchas veces. Tengo mis preocupaciones y mis tristezas pero no me gusta compartirlas. Aunque estés mal por dentro prefiero generar buen “rollo”. Es más, si me ven un poco más callado o más “bajo”, enseguida me preguntan “¿qué te pasa?”. La gente necesita de otros con una forma de ser como la mía. Y me agrada mi papel.
-Con su hija, ¿le toca reñir o mimar?
-Soy buen educador, el que juega con ella. De todos modos, se van repartiendo papeles pero lo que sí puedo asegurarte es que es una niña muy educada, nada caprichosa, y muy obediente. No soportaría que fuera una malcriada. Tiene que saber el valor de las cosas.
-¿Paula y usted son la “Brangelina” (tándem de Brad Pitt y Angelina Jolie) de España?
-Paula es mucho mejor que Angelina y yo peor que Brad (risas). Somos un cantante de éxito y una actriz de éxito y eso genera interés. El secreto es no darle importancia. Nosotros no provocamos esa percepción.
-Siempre se comenta que su cambio se debe a la buena influencia de su esposa…
-Ella ya ha aclarado que eso no es así. No soy un “borrego”. Tomo mis decisiones. En mi imagen no me sentía a gusto y evolucioné. Cuando empecé tenía 19 años y hoy tengo 32 pero, como es también bloguera de moda -y parece que queda bien que la chica cuide del chico-, se ha extendido esa sensación de que Paula se encarga de mi imagen. Me encanta que, aunque no haya sido así, me digan: “Vas vestido por Paula, ¿no?”. Lo que no se sabe es que ella entrena por mí (y no al revés)…
-Porque, en lo suyo, ¿ha alcanzado todo eso con lo que soñaba?
-¡Qué va! ¡Estoy empezando, por favor! Tengo en cartera un proyecto de expansión en América, actuar el Auditorio Nacional de México, grabar un álbum sinfónico, hacer un concierto lírico… Soy contratenor y eso no muchos lo saben. Llego por encima del “do” de pecho y, con la edad, no descarto hacer ópera. Alguno tendrá que callarse por eso. De hecho fui a “El hormiguero” y canté “Nessun dorma” y el personal alucinaba. Por la calle me decían que no se imaginaban que ésa fuera mi voz. Algunos pensarán que soy de “OT” o no les gustaré pero pienso que desconocen mi tesitura.
Reportaje gráfico:
Fotografía: La Petitè Chambrè
Estilismo: Javier Mascareña
Vestuario: Álvaro Moreno
Reportaje realizado en el Acuario de Sevilla.