Rocío Carrasco cumple hoy 44 años. Sin sus hijos, sin parte de su familia, pero con el apoyo de millones de personas que creen en el testimonio que está narrando en “Rocío, contar la verdad para seguir viva”. Una docuserie, en la que ayer se explicaron, recortados, los hechos de su famosa pelea con su hija, Rocío Flores -y cómo la herencia de su madre, Rocío Jurado, rompió sus lazos con Ortega Cano y sus tíos, Amador, Gloria y Rosa-, que a su protagonista le está sirviendo como liberación de una voz callada durante dos décadas.

Y mientras siguen escuchándose voces críticas contra la, en otros tiempos, Rocíito, lo cierto es que su relato está sirviendo para que muchas mujeres se sientan identificadas con él y decidan sacar a la luz sus casos de malos tratos. Ella, al fin y al cabo, lo que ha hecho es poner sobre la mesa, con multitud de pruebas, su propia vida y cómo le han ido marcando los diversos capítulos de la que comenzó siendo una historia de amor junto a Antonio David Flores.

Mucha información -sobre la que, hasta ahora, solo conocíamos el relato del ex Guardia Civil-, para la que Rocío Carrasco ha encontrado el apoyo incondicional de Fidel Albiac quien, como algo excepcional, decidió intervenir en la entrevista que concedió su esposa a Telecinco la semana pasada. Una decisión, la de romper su silencio, que, muchas veces, su querida María Teresa Campos le había pedido afrontara, dando la cara a pesar de las consecuencias que esto pudiera tener. De momento, Rocío Flores, hija de nuestra protagonista, sigue cerrando filas en torno a su padre y a Olga, su madrastra, y, aunque haya hablado en televisión de que espera una reconciliación, en sus palabras sigue notándose rencor hacia su progenitora. Un acercamiento a ésta sería el mejor regalo de cumpleaños aunque, de momento, éste parece que tardará en producirse. Mientras, la primogénita de “la más grande” disfruta de la libertad que le ha aportado su testimonio, algo que sí que no tiene con qué pagarse…