No me pude reír más el jueves pasado, en el estreno de “Supervivientes”, cuando Raquel Mosquera se colgó de la tirolina para una prueba y se escurrió recién dado el salto en dirección a la piscina de barro que le esperaba. Porque, aparte de para demostrar las cualidades que uno tiene como aventurero, otro de los grandes atractivos que tiene el programa, cara a la audiencia, es ver cómo reaccionan estos personajes -con todo tipo de físicos y actitudes- ante situaciones, como ésta, que se salen fuera de lo normal. De hecho, se nota que Jorge Javier se lo pasa en grande porque, con la guasa que tiene, este “pasillo de comedia” hondureño le viene que ni al pelo para derrochar bromas e ironía.
Más allá, está claro que ninguna cadena como Telecinco para crear “show” y, sobre todo, para convertir en el punto de mira a nombres como todos los que entran a formar parte de su “gran familia”. A ella se incorporan ahora “animales televisivos” como el Maestro Joao, que lo mismo hace travestismo por Rocío Jurado, que cose, que te adivina el futuro y que, está claro, va a dar mucho juego en este “universo friki”.
Eso por no hablar del tándem Alberto Isla-Chabelita y Sofía Suescon-Alejandro Albalá, ex de la hija de Isabel Pantoja. O del singular caso de Saray Montoya, la gitana de “Gipsy Kings” que llega dispuesta a darlo todo y que, también estoy convencido, nos hará pasar muy buenos momentos. Es lo que pasa cuando uno se convierte en “estrella” del mayor espectáculo del mundo.